Vecinos de Los Remedios temen un nuevo verano marcado por la 'Parasaissetia'

Aunque no causan daños a los árboles, estos insectos desprenden una resina pegajosa en épocas de calor

Desde el área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, indican que están en proceso de evaluación para determinar el tratamiento más efectivo para acabar con ellos

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Algunos árboles de la calle Virgen de Todos los Santos están plagados de la cochinilla 'Parasaisseitia'
Algunos árboles de la calle Virgen de Todos los Santos están plagados de la cochinilla 'Parasaisseitia' / José Ángel García

Un pequeño insecto lleva tiempo campando a sus anchas en algunas zonas de Sevilla. Ya en septiembre del año pasado, los naranjos de la ciudad sufrieron la invasión de la mosca blanca y la cochinilla, una combinación que se vio favorecida por el calor y la humedad y fue controlada con un tratamiento ecológico. Aunque el invierno calma temporalmente la actividad de este tipo de insectos, su presencia persiste en otra clase de árboles de algunas áreas de la ciudad en las que temen que la historia se repita con la llegada del calor.

En la calle Virgen de Todos los Santos, en Los Remedios, los vecinos y comerciantes aún recuerdan los problemas que causó la plaga el verano pasado. Según fuentes municipales, todo apunta a que se trata de la Parasaisseitia, un tipo de cochinilla de la familia Coccidae que, al alimentarse de la savia de los árboles, desprende una resina pegajosa que cae al suelo. Este fenómeno, que se produce con las altas temperaturas, afectó a la vida cotidiana del barrio.

Zona afectada por la parasaissetia en Los Remedios. Fuente: elaboración propia.
Zona afectada por la parasaissetia en Los Remedios. Fuente: elaboración propia. / Departamento de Infografía

La pesadilla de Rodrigo: un verano de resina y pérdidas económicas

Rodrigo, dueño del Bar-Freiduria Los Remedios en la citada calle, vivió en primera persona los efectos de estos insectos. Justo frente a su local, tres árboles de la especie Melia azedarach, conocidos popularmente como "árboles paraíso", estaban infectados por esta cochinilla. Todo comenzó en mayo, cuando el calor activó la producción de la resina pegajosa. Durante cuatro meses, Rodrigo lidió con un problema que afectó tanto a su negocio como a su tranquilidad.

Estado de la calle Virgen de Todos los Santos el pasado verano
Estado de la calle Virgen de Todos los Santos el pasado verano / M. G.

"La resina caía directamente sobre el mobiliario del bar. Las sillas, las mesas, el suelo... todo quedaba pringoso. La gente veía el estado de la terraza y no se sentaba. En verano, con el calor que hace, nadie quiere meterse dentro del bar a consumir", recuerda el hostelero. Además, la limpieza se convirtió en un quebradero de cabeza: "Las hojas con resina pegadas al suelo eran muy difíciles de quitar. Tenía que venir el camión cisterna de Lipasam para limpiar".

El dueño del bar señala que el problema le "ha costado dinero". Afirma que presentó una primera reclamación al Ayuntamiento en junio, pero no recibió respuesta y se sintió "desamparado". "En cuatro años que llevo con el bar, este ha sido el problema más dramático que he tenido", afirma.

Estado de la calle Virgen de Todos los Santos el pasado verano
Estado de la calle Virgen de Todos los Santos el pasado verano / M. G.

Los vecinos de la zona también sufrieron los efectos del insecto. José Manuel, residente en la calle Virgen de Todos los Santos, recuerda que "el verano fue horrible, la calle estaba pringosa por toda la resina y se quedaban las suelas de los zapatos pegadas al suelo". Además, señala que "el olor era insoportable" incluso desde otras calles cercanas.

Desde la asociación vecinal SOS Distrito 41011, señalan que el problema de las cochinillas persistió hasta pasado el mes de septiembre. Reconocen que los esfuerzos del Ayuntamiento y el distrito en materia de limpieza "han mejorado" en los últimos meses, pero la preocupación por los posibles nuevos efectos de la Parasaisseitia sigue latente.

Cuenta atrás para el regreso del calor

Ramas de un árbol de la calle Virgen de Todos los Santos, plagadas de Parasaisseitia
Ramas de un árbol de la calle Virgen de Todos los Santos, plagadas de Parasaisseitia / José Ángel García

Aunque las temperaturas son bajas, la amenaza de la Parasaisseitia va aumentando con el paso de las semanas. En pleno mes de febrero, las ramas de los árboles siguen llenas de estos insectos milimétricos, y pese a que en invierno no expulsan resina, siguen sobreviviendo en la vegetación.

En el bar de Rodrigo aún quedan manchas del pigmento en las mesas que no han podido ser eliminadas, y el dueño conserva las antiguas sombrillas que tuvo que sustituir por estar completamente impregnadas.

Los tres árboles afectados de la calle Virgen de Todos los Santos
Los tres árboles afectados de la calle Virgen de Todos los Santos / José Ángel García

La cuenta atrás para que la Parasaisseitia pueda volver a entrar en acción ha comenzado. En Sevilla, el calor está a la vuelta de la esquina y en apenas tres meses las temperaturas rozarán los 30 grados.

Desde el área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, indican que están en pleno proceso de evaluación para determinar el tratamiento más efectivo contra la Parasaisseitia. Técnicos municipales ya han inspeccionado los árboles afectados, pero Rodrigo, el dueño del bar, se muestra escéptico: "Es complicado sanar un árbol tan grande. Lo más idóneo sería podarlo".

Un insecto que no mata, pero molesta

La Parasaisseitia es un género de cochinillas de origen oriental o afrotropical que afecta a árboles ornamentales como cítricos, olivos y, en este caso, los "árboles paraíso". Aunque no representa un riesgo mortal para las plantas, su capacidad para segregar melaza pegajosa cuando hace calor genera problemas en el entorno urbano.

El año pasado, barrios como el Polígono San Pablo, Nervión y Triana también sufrieron las consecuencias de la mosca blanca y la cochinilla. Expertos en jardinería aseguraron en aquel momento que, aunque estas plagas no son graves, el impacto de la resina en el mobiliario urbano y la vida cotidiana puede ser significativo.

Con la primavera a la vuelta de la esquina, Los Remedios espera que lleguen soluciones a tiempo para evitar otro verano pegajoso.

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