Vértigo en niños: de caídas frecuentes a vómitos por cambios posturales o migrañas
Pediatras y otorrinos destacan el reto diagnóstico que supone esta dolencia en menores
Se estima que un 5% de la población infantil puede experimentar episodios de mareo y trastornos del equilibrio
El 80% de la población experimentará vértigo en algún momento de su vida
Bebé con llantos inexplicables y vómitos continuados en cambios posturales al sustituir el pañal. Niña de dos años que sufre caídas recurrentes y que camina con cara de susto buscando un apoyo y con deseo de ser cogida en brazos. Adolescente con vómitos de varios días de evolución, cefalea y sensación de mareo e inestabilidad. El vértigo también es cosa de niños y, a pesar de no ser un motivo frecuente de consulta y tener una prevalencia escasa, supone todo un reto diagnóstico para los pediatras.
“El diagnóstico del vértigo en niños muchas veces es difícil y tardío, porque, al ser una cuestión muy infrecuente, no es la primera opción en la que pensamos los pediatras. De hecho, la mayoría de veces , los niños vienen con sintomatología de mareo que está asociada a otras causas como anemia, hipotensiones o hipoglucemia, entre otras. Además, el perfil del paciente tampoco ayuda, es complicado que colabore, especialmente en menores de tres años, lo que dificulta aún más la valoración”, señala la doctora María Dolores Moreno Mejías, pediatra en las Urgencias del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, en el marco de la reciente celebración de la cuarta edición de las jornadas multidisciplinares sobre vértigo en el centro.
En niños escolares y adolescentes, el vértigo se manifiesta generalmente como una sensación de mareo, mientras que en niños más pequeños se sospecha por caídas frecuentes, llantos inexplicables y torpeza al caminar. La pediatra indica que, aunque el vértigo puede aparecer a cualquier edad pediátrica, su frecuencia es mayor en la adolescencia, a menudo en forma de migrañas vestibulares con sintomatología de cefalea y vómitos en episodios breves.
En cualquier caso, la mayor parte de los mismos suelen estar relacionados con procesos óticos, como otitis o cuadros virales, por lo que se requiere de un trabajo en equipo con el servicio de otorrinolaringología para el abordaje de estos pacientes, ya que cuentan con exploraciones específicas no disponibles en las consultas pediátricas. “Esta colaboración interdisciplinar es clave para llegar a un diagnóstico certero, dado el origen otológico de muchos casos de vértigo infantil”, advierte la pediatra.
En esta línea, la especialista subraya la necesidad de formar a los profesionales sanitarios para identificar los signos de alerta en población pediátrica y establecer protocolos diferenciados que faciliten un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz.
Asimismo, la doctora Moreno Mejías subraya que, a pesar de lo alarmante de la sintomatología, la gran mayoría de casos se trata de episodios que terminan resolviéndose. “De hecho, los niños muestran una sorprendente capacidad de adaptación, pudiendo reanudar sus actividades con normalidad a los pocos minutos de sufrir un episodio de vértigo”, agrega la pediatra del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, quien apunta como los tratamientos más frecuentes la biodramina (dimenhidrato) y la hidroxicina (atarax), junto con antieméticos y sueroterapia en los servicios de Urgencias.
No es así en los adultos. Para los mayores, el vértigo puede ser muy incapacitante, especialmente si es constante y grave, llegando a afectar la calidad de vida y limitar la capacidad para realizar actividades normales. El otorrino Jaime Ruiz Clemente, del servicio de Otorrinolaringología del hospital, es el responsable de las recientes jornadas sobre actualización en vértigo celebradas en Sevilla, con asistencia de más de cien ponentes de elevado prestigio a nivel nacional e internacional, y únicas en España con un enfoque multidisciplinar y práctico, consolidándose así como referente nacional en la actualización de los profesionales sanitarios involucrados en el diagnóstico y tratamiento de esta patología.
“El vértigo no es una enfermedad, es un síntoma y, al tratarse de un síntoma, puede estar provocado por múltiples patologías. Afortunadamente, la mayoría son benignas, pero en algunos casos preceden a patologías graves, que incluso pueden comprometer la vida del paciente si no se detectan de forma precoz”, explica el doctor Ruiz Clemente. “De ahí la importancia del enfoque multidisciplinar. Si hablamos de un síntoma que puede estar provocado por múltiples patologías, no puede ser abordado solamente por el otorrino como se ha hecho clásicamente, sino que deben de estar implicados todas las especialidades que se pueden encontrar con este tipo de pacientes como son médicos de atención primaria, médicos de urgencia, internistas, pediatras e, incluso, rehabilitadores y fisioterapeutas”, añade.
Aunque es el más infrecuente en la edad pediátrica, el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) es la causa más frecuente de vértigo en adultos. Se desencadena con los cambios de posición de la cabeza y se debe al desplazamiento de los otolitos en el oído interno. Aunque se resuelve con maniobras vestibulares para recolocarlos, es habitual que al cabo del tiempo los otolitos vuelvan a descolocarse, requiriendo repetir el procedimiento. La recurrencia de los episodios es variable en cada paciente.
Según apunta el especialista, además de la repercusión individual, el vértigo supone una importante carga asistencial, representando hasta el 5% de las consultas de atención primaria (7% en mayores de 60 años) y entre el 2-5% de las atenciones en los servicios de urgencias. A nivel global, se calcula que en Estados Unidos genera unos 4 millones de consultas anuales en urgencias.
En lo que a incapacidad se refiere, los datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) reflejan que el vértigo es una de las patologías que más bajas laborales provoca, con entre 30.000 y 40.000 casos anuales. “El vértigo no es sólo un mareo pasajero, para quienes lo padecen, puede convertirse en un obstáculo que afecta profundamente a su independencia y calidad de vida, provocando miedo a salir a la calle, a conducir o incluso a realizar actividades cotidianas”, agrega el especialista.
Aunque la mayoría de casos de vértigo corresponden a patologías benignas del oído interno, un pequeño porcentaje puede ser causado por enfermedades graves que requieren un diagnóstico y tratamiento precoz. De ahí la importancia de la formación y el trabajo multidisciplinar para un correcto manejo de estos pacientes.
El vértigo y el mareo están asociados a un amplio abanico de enfermedades y trastornos que van desde el ictus y otros problemas neurológicos hasta problemas de oído e incluso trastornos psicológicos. La complejidad para identificar la dolencia subyacente conlleva el infradiagnóstico de dolencias con riesgo vital.
Así, para su diagnóstico, los expertos destacan la exploración con vHIT (video head impulse test), una herramienta clave en la evaluación del reflejo vestíbulo-ocular, que permite detectar alteraciones en el sistema vestibular con gran fiabilidad. Este tipo de tecnología es clave para distinguir entre patologías benignas y cuándo una crisis de vértigo puede ser síntoma de patologías más graves como el ictus, sobre todo en personas menores de cincuenta años. También la exploración de la articulación temporomandibular, dada su relación con trastornos del equilibrio. En este caso es crucial la colaboración en el diagnóstico de los odontólogos.
También muy importante las maniobras de rehabilitación vestibular y sus nuevas versiones con realidad virtual. Tradicionalmente, la rehabilitación vestibular ha consistido en ejercicios físicos diseñados para estimular este sistema. La realidad virtual ofrece una alternativa moderna y eficaz que no sólo mejora el equilibrio, sino que también reduce los síntomas de vértigo y aumenta la confianza del paciente en la realización de actividades cotidianas. Consiste en sumergir al paciente en entornos simulados que recrean situaciones de la vida real.
Por otro lado, y más enfocado a la colaboración en el diagnóstico de los médicos de atención primaria, las maniobras diagnósticas y terapéuticas para el VPPB centraron uno de los talleres de las jornadas en el hospital con la utilización de modelos 3D de los canales semicirculares del oído interno para mostrar el movimiento de los otolitos y las maniobras de reposición.
Diagnóstico diferencial y trabajo multidisciplinar
El Hospital san Juan de Dios del Aljarafe sigue sumando créditos como referente en el diagnóstico y tratamiento del vértigo, una patología compleja que requiere de un enfoque multidisciplinar e integral para su adecuado manejo. Fruto de ello es la atracción que supone para los especialistas en su abordaje de todo el país las Jornadas Multidisciplinares sobre Actualización en Vértigo que el centro organiza anualmente y que ha sumado recientemente su cuarta edición.
El evento, organizado por el Servicio de Otorrinolaringología bajo la dirección del doctor Jaime Ruiz Clemente, ha reunido cerca de 150 profesionales de distintas especialidades médicas de todo el país, así como a pacientes afectados por esta patología, quienes pudieron poner la voz de la experiencia compartiendo sus propias vivencias con el vértigo y las limitaciones que esta patología impone en su día a día. Muchos relataron cómo el vértigo ha llegado a cambiar drásticamente sus vidas, dificultando o impidiendo acciones cotidianas como caminar, concentrarse o conducir vehículos, y provocando en ocasiones bajas laborales temporales o incluso definitivas. Asimismo, durante las jornadas, se abordaron las últimas evidencias clínicas y tecnológicas para el diagnóstico y tratamiento del vértigo, una enfermedad que llega a afectar al 80% de la población.
Según destacó el doctor Ruiz Clemente, “el principal reto sigue siendo el diagnóstico, ya que el vértigo puede tener múltiples causas". “Por ello, es clave contar con profesionales de diferentes disciplinas que aporten una visión integral en el proceso asistencial”, afirmó.
La exploración en consulta de los pacientes fue un tema recurrente en varias ponencias, con el objetivo de lograr una prescripción más precisa de las pruebas diagnósticas, evitando aquellas innecesarias gracias a la escucha activa de los pacientes y el uso de técnicas determinantes de exploración. El programa contó con la participación de reconocidos especialistas a nivel nacional en Otorrinolaringología, Neurología, Urgencias, Medicina de Familia, Pediatría, Fisioterapia y Rehabilitación.
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