Sevilla

Las víctimas del secuestro de Los Pajaritos llevaban cinco días retenidas

  • Uno de los jóvenes pudo escapar y llamó a la Policía para informar de que su pareja seguía cautiva

  • La Policía detuvo a los dos secuestradores y descubrió una plantación de marihuana en otro piso

Un policía nacional, con las víctimas del secuestro y dos testigos, el pasado jueves.

Un policía nacional, con las víctimas del secuestro y dos testigos, el pasado jueves. / Juan Carlos Muñoz

Las víctimas del secuestro abortado por la Policía Nacional el pasado jueves llevaban cinco días retenidas contra su voluntad en un piso de Los Pajaritos. Durante ese tiempo, fueron golpeadas, humilladas y amenazadas. Eran una pareja joven. El chico pudo escapar la tarde del jueves y llamó a la Policía para comunicar lo que ocurría y que su compañera seguía secuestrada. Fue esa llamada lo que propició la intervención del Grupo de Atracos de la Policía Nacional, que detuvo a los dos secuestradores y liberó a la chica.

Ocurrió el pasado jueves sobre las cuatro de la tarde. El joven que acababa de huir llamó al 091 para informar del secuestro. Su pareja seguía retenida en un piso del número 4 de la calle Candelas, donde llevaban desde el domingo. La Policía envió una patrulla a la zona y comprobó la veracidad de la denuncia. El joven, de hecho, estaba allí en la calle atendiendo a los agentes.

Se movilizó al Grupo de Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla. Esta es la unidad que se encarga de investigar todos los secuestros, detenciones ilegales o incidentes con rehenes que se producen en la capital andaluza, así como todos aquellos episodios en los que haya uso de armas de fuego, salvo los homicidios. 

La Policía acordonó la zona y cortó la calle Candelas para que no pasara nadie. Una vez asegurado el lugar, los agentes entraron en el domicilio indicado por el denunciante. Allí liberaron a la chica y detuvieron a una pareja que ejercían de secuestradores. Paralelamente, en el mismo edificio, descubrieron un piso en el que había una plantación con 139 plantas de marihuana, que fueron intervenidas. 

Se inició después una investigación para tratar de aclarar lo ocurrido. La Policía ha podido averiguar que la pareja retenida residía en el piso donde se encontraba la plantación. Es decir, eran vecinos de los secuestradores. Eran, además, los encargados de cultivar las plantas y vigilar para que nadie las robara. Todo apunta, según ha informado la Policía este sábado, que los detenidos "se podrían haber valido de la situación de vulnerabilidad de las dos personas retenidas, para de alguna manera desentenderse de la responsabilidad por la actividad ilícita relacionada con la plantación encontrada".

Esto habría provocado "algún malentendido" entre los detenidos y las víctimas que llevaron a los primeros a secuestrar a los segundos. La Policía admite que las razones de este rapto siguen "sin estar muy claras", si bien todo apunta a que habría entre ellos alguna deuda económica o alguna cuestión relacionada con la plantación de marihuana que ninguna de las partes implicadas ha querido aclarar. 

En cualquier caso, los agentes sí han constatado que los dos jóvenes secuestrados han sufrido "lesiones, trato degradante y amenazas" durante sus días de cautiverio. Los dos detenidos por el secuestro son dos jóvenes de 25 y 24 años que responden a las iniciales de S. B. V. y S. P. R. Se les imputan los delitos de detención ilegal por el secuestro, lesiones por golpear a las víctimas, trato degradante por la humillación sufrida en los cinco días de rapto, amenazas, tráfico de drogas y defraudación del fluido eléctrico, ya que el suministro de luz que necesitaba la plantación era tomado de la red mediante un enganche ilegal. 

Los dos detenidos han pasado este sábado a disposición judicial. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, en funciones de guardia, ha acordado  el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre detenido por el presunto secuestro y la puesta en libertad provisional de la mujer. Los dos se han acogido a su derecho a no prestar declaración y la causa se ha enviado al Juzgado Decano para su reparto al juzgado instructor correspondiente.

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