Tristísima imagen del Sevilla en el Metropolitano. El Atlético ha celebrado a lo grande el récord de partidos de Simeone ante un Sevilla que desde el principio ha mostrado una tremenda debilidad en donde más piezas echa en falta: el eje del sistema defensivo. Sin Fernando, que cumple su primer partido de los cuatro de sanción que le cayeron, Sampaoli optó por Joan Jordán como hombre libre para ejercer de central y de medio en la salida, y por ese agujero, con errores de entregas saliendo el equipo, llegaron los dos primeros goles, obra de Memphis tras rápidos ataques.
La ocasión de Suso y el penalti de Rakitic
En la segunda mitad, a la que se llegó con la esperanza del gol de En-Nesyri tras una buena acción de Pape Gueye, llegó el desastre total. El Altético siguió teniendo mucha facilidad para llegar con rápidos ataques ante un centro del campo casi inexistente, con Pape Gueye demasiado descolgado saltando a la presión arriba, Rakitc con mucho espacio alrededor y Joan Jordán sin encontrar su sitio. Griezmann, por ejemplo, hizo un golazo, pero es que nadie lo hostigó. Además, Suso falló una clarísima ocasión para el 3-2 y Rakitic lanzó un penalti al poste también para el 4-2, tras una falta cometida sobre Pape Gueye.
Y la injusta expulsión de Pape Gueye
Ese error fue el definitivo jarro de agua fría para un equipo muy tocado física y anímicamente. Y llegaron otros dos goles. Lo peor, encima, fue que Pape Gueye fue expulsado por segunda amarilla en un claro error de criterio de Cuadra Fernández que seguramente no corregirá el Comité de Competición. No fue ni falta, pero sí hubo contacto y puede interpretarse, si se quiere y a las malas, como juego peligroso su entrada despejando un balón.
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