Barcelona - Sevilla | Nombres propios

Si De Jong es mediapunta con Rakitic y Papu Gómez...

Acuña saca un balón con Vaclík batido en la primera mitad.

Acuña saca un balón con Vaclík batido en la primera mitad. / Alberto Estévez / Efe

El Sevilla se empeñó en abandonar la Copa justo antes de la final a pesar de que el final no pudo ser más cruel al marcar Piqué el gol que conducía todo a la prórroga en una de las últimas jugadas del partido y después de que Ocampos fallar incluso un penalti. Pero lo que más llamó la atención fue la decisión de Lopetegui de jugar a De Jong y En-Nesyri aunque éste partiera por la izquierda en el ataque sevillista. Paradójicamente, el mejor juego del holandés llegó en la mediapunta con Rakitic y Papu Gómez en el banquillo.

De Jong | Si juega un rato en la mediapunta con Papu Gómez y Rakitic en el banquillo, algo falla

De Jong intenta alcanzar un balón perseguido por Piqué. De Jong intenta alcanzar un balón perseguido por Piqué.

De Jong intenta alcanzar un balón perseguido por Piqué. / Imagen SFC

Lopetegui metió a De Jong junto a En-Nesyri, éste por la izquierda inicialmente, con lo que se quedaba sin delanteros, salvo Munir, como recambios. Pero, además, el mejor rato del holandés fue en la mediapunta con Rakitic y Papu Gómez en el banquillo, así que...

Aleix Vidal | Se le rompió el músculo en su día mejor

Excelente actuación del lateral catalán hasta que el músculo se le rompió a lo grande en un intento de defender a Pedri. Había protagonizado arrancadas llenas de verticalidad y de osadía para rebasar las líneas barcelonistas, algo que no hicieron los demás.

Diego Carlos | Después de un buen partido, ese despeje forzado fue muy inocente

Había jugado un buen partido en líneas generales, porque había ayudado a apagar muchos fuegos que le llegaban desde zonas más adelantadas y había conseguido que el Barcelona no rematara de cerca al menos. Pero ese despeje en un balón perdido para facilitar otro centro con todos descolocados en el 2-0 fue muy inocente.

Vaclík | Señalarlo sería muy injusto, pero la lesión de Bono no pudo ser más inoportuna

Responsabilizar al guardameta checo de la derrota del Sevilla frente al Barcelona sería una crueldad tremenda, pues hubo otros actores a mucho peor nivel tanto dentro del campo como a la hora de tomar las decisiones. Pero su equipo echó de menos a Bono, el 1-0 exigía una gran parada y el 3-0 pareció evitable.

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