Eduardo Berizzo lamentó la derrota encajada por los suyos en Anoeta, sin duda el peor de los resultados para cerrar un 2017 que en las últimas semanas ha visto como su equipo perdía algo de fuelle.

El argentino valoró negativamente que una jugada aislada echara al traste los buenos minutos de la segunda parte: "Habíamos corregido defectos, nos habíamos adueñado del partido jugando bien... Pero recibimos un segundo gol que nos castigó en una distracción, y eso hizo que el partido se nos escapase de las manos".

El técnico sevillista también señaló como asignatura pendiente el hecho de que los suyos no sean capaces de imponerse a los rivales desde el inicio de los partidos. En lugar de eso, parece que necesitan que suceda algo para ir a por la victoria verdad.

"A partir del gol empezamos a reaccionar y se ve nuestra mejor cara. Nos pasa a menudo que necesitamos que suceda algo en el partido, un estímulo, para volver a remontar y meternos y es algo que tenemos que corregir. No se puede depender siempre de esos estímulos", remarcó.

Preguntado por la clave de la derrota, Berizzo no dudó en señalar el tanto anotado por Zubeldia en el minuto 76, insistiendo en el revés que el mismo supuso: "Después de haber corregido los desajustes de la primera parte, el segundo gol nos coge por sorpresa y nos fastidia el buen hacer de la segunda mitad", insistió el preparador nervionense.

Pero desde la calma que acostumbra a mantener, y esperanzado con la mejoría que su equipo protagonizará en el inicio de 2018, Berizzo agradeció la llegada de las vacaciones navideñas.

"Estas dos semanas nos van a venir bien para descansar, coger fuerzas y ordenarnos", resumió el argentino, que concluyó su intervención formulando sus deseos para el año que viene, el primero de índole personal y el segundo dirigido al Sevilla: "Pido salud, evidentemente, para mí y para todos. Y cómo no, que gane el Sevilla".