La historia dice que los equipos no habituados a jugar Liga de Campeones un año sí y el siguiente también, que en España son todos salvo Barcelona, Real Madrid y el Atlético desde que llegó Simeone, suelen acusar en la Liga la exigencia del gran torneo continental. Esta campaña, contando los partidos anteriores o posteriores a los partidos de Champions, el Sevilla ha sumado sólo tres puntos de doce, los de la última jornada ante Osasuna.

No obstante, en sus cinco anteriores campañas alternando la fase de grupos de la Champions y la Liga, sus registros fueron otros bien distintos.

En la campaña 2007-08, la de su estreno en Liga de Campeones, su bagaje fue más discreto, pero vaya en su descargo que aún estaba muy reciente la muerte de Antonio Puerta y que Juande Ramos se marcharía en plena faena: 5 victorias, 1 empate y 6 derrotas sumaron los sevillistas en las doce jornadas ligueras anteriores y posteriores a los partidos europeos.

Ya en la temporada 2009-10, con Jiménez en el banquillo tras una brillante Liga anterior en la que acabó tercero con 70 puntos, el equipo de Nervión hizo un fantástico tramo de Liga al tiempo que desbrozaba su camino para los octavos de la Champipns: 8 victorias, tres empates y una sola derrota en el torneo doméstico.

En la temporada 2015-16, la última de Unai Emery, los sevillistas se vieron encuadrados en un grupo terrible, con Manchester City, Juventus y Borussia Mönchengladbach, y cosecharon en la Liga 6 victorias, tres empates y tres derrotas. Un aceptable registro.

En la 16-17, con Sampaoli al frente, fue aún mejor su registro en Liga durante la fase de grupos: 7 victorias, dos empates y tres derrotas. Y ya en la 17-18, con Berizzo, el bagaje fue de 8 triunfos y 4 derrotas.