Coke, el héroe de Basilea: "La de Turín fue más especial"

Quinta Europa League

"Si me dicen que yo escriba el guion de aquella final no habría sido tan generoso conmigo mismo", reconoce el autor de dos de los tres goles de la remontada al Liverpool

Coke celebra uno de sus goles ante Mariano, mirando la grada de los 6.000 sevillistas
Coke celebra uno de sus goles ante Mariano, mirando la grada de los 6.000 sevillistas / Antonio Pizarro
E. F.

18 de mayo 2020 - 14:20

Este lunes, 18 de mayo, se cumplen cuatro años del último título del Sevilla: la Europa League que le ganó al Liverpool en Basilea, su quinto trofeo de la UEFA, el sexto europeo si se suma la Supercopa de Mónaco en 2006.

Aquel partido tuvo que remontarlo el Sevilla en una segunda parte espectacular, pese a la superioridad del rival en el campo y en la grada, con muchos más ingleses que sevillistas en Saint Jakob Park. El 1-3 queda en los anales de la historia del fútbol español y su principal artífice fue Coke, capitán en el campo aquel día del Sevilla y autor de dos de los tres goles de la remontada.

El lateral derecho, que aquel día jugó de extremo derecho, por delante de Mariano, demostró de nuevo que antepone el colectivo a lo individual. De ahí su importancia en aquel vestuario. Preguntado en SFC Radio si la de Basilea fue su mejor partido, su mejor recuerdo, dijo: "Pues, como día redondo, que te sale todo, que metes dos goles en un partido con tanta repercusión, pues bueno, te sale un día redondo. Pero el día más especial fue la primera final que viví con el Sevilla, la de Turín".

Coke tiene claro que como la primera vez no hubo otra, pese a su heroicidad ante el equipo de Jürgen Klopp, Firmino, Sturridge o Coutinho. Su recuerdo de Turín, dos años antes de Basilea, permanece indeleble. "Las 24 horas antes en Turín… Creo que recuerdo todos y cada uno de los instantes con los compañeros en el hotel, en las horas previas al partido… Si tengo que coger una de las dos, hombre, no todos los días se meten dos goles en una final, pero como ese primer momento y esa primera final creo que no he vivido nunca nada en mi vida en el fútbol".

Aun así, reconoció que se sorprendió de que terminara siendo el héroe, aunque tenía buenas vibraciones e incluso dijo para animar a sus compañeros en la previa que "enchufaría" las dos que le cayesen: "Salió bien. Si me dicen que escriba yo el guion para ese día posiblemente no hubiera sido tan generoso conmigo mismo y me hubiese dado un golito, pero no dos. Salió todo a pedir de boca, porque estuvimos sufriendo. Éramos menos en la grada incluso. Había que sobreponerse a muchos factores y lo hicimos. Hasta llovía en el campo para darle un tono épico mayor. Lo conseguimos y fue súper bonito por todo lo que veníamos haciendo desde atrás".

El futbolista del Levante recuerda aquella promesa previa de marcar dos goles en la final, entre risas. "Yo antes de todos los partidos, cuando estoy visualizando los enfrentamientos con el rival, siempre me imagino que meto tres o cuatro goles. Seguro que lo dije más veces", dijo bromeando.

Coke marcó el 1-2 y el 1-3 definitivo. En la primera parte se había adelantado Sturridge con un golazo. Igualó Gameiro nada más reanudarse la segunda parte y luego llearon los dos goles de Coke. "El primero es un balón que se va sacando muy bien desde atrás. La jugada la cambia Vitolo, primero hace una pared conmigo y luego hace otra pared con Baneda y le hace un pedazo de caño al jugador del Liverpool, creo que era para él continuar. Pero yo estaba por ahí, mi misión era estar ahí, llegar al área, porque ese día estaba jugando más adelantado, vi que la pelota se escapaba un poquito y tuve la suerte de que entró", rememora.

Respecto del segundo, medió la incertidumbre de si estaba o no en fuera de juego: "El segundo, pues, parecido. Creo que recupero yo en el centro del campo. El momento de juego estaba mucho mejor para nosotros que para el Liverpool. Estábamos montados en una ola buena del partido. Le hicimos un ataque rápido, hago el primer desmarque hacia Banega, hace un recorte hacia atrás y al dar otro pase me cae el rechace del jugador del Liverpool. Yo sabía que estaba en fuera de juego pero vi clarísimamente que venía de un jugador del Liverpool y la pegué con lo que tenía y por suerte fue para dentro. Tuvimos un poco de nerviosisimo porque parecía que lo iban a anular porque el línea levantó la bandera, pero el árbitro estuvo muy bien".

El portador del brazalete en el campo, aunque la Copa la levantó como capitán de la plantilla el inolvidable Reyes, recuerda así esa segunda parte. "Ya vimos que no se nos podía escapar. Hicimos unos 45 minutos, dada la repercusión, el momento y el rival, quizá los mejores de mis cinco años en el Sevilla. Todo comenzó con esa jugada de Mariano que la empujó Kevin y creo que nos vinimos arriba después de haber sufrido, y bien, en la primera parte. El equipo cogió una confianza increíble. Ellos al revés, se vinieron abajo porque nos dominaron, porque tuvieron para meternos el segundo y pensarían, a estos tíos, si no les hemos hecho el segundo y ahora nos empatan en la primera que tienen va a ser muy difícil. El aspecto mental tuvo mucho que ver".

Unai Emery, medio en broma, llama a esa final el Coke-Liverpool-Andújar, por la importancia del madrileño en el partido. "En el descanso hablamos todos en el vestuario y plantearnos sentirnos con nuestra afición como en el Sánchez-Pizjuán. Planteamos ir a por el partido, no tenerles respeto, perderle el respeto al Liverpool y sentir que nuestra afición estaba con nosotros allí", recuerda el técnico guipuzcoano de aquella charla clave.

Con apenas 6.000 sevillistas frente a 20.000 ingleses, que incluso coparon localidades de la grada para los nervionenses, el papel de la afición fue determinante en la remontada, según recuerda Coke. "Hombre, es que yo recuerdo el día después de vuelta a casa, estábamos flipando en el avión. Ellos eran más del doble de aficionados y nosotros escuchábamos más los cánticos del Sevilla casi todo el partido. Cuando estábamos pasándolo mal se cortaba un poco la respiración cuando ellos tenía una ocasión, pero ya en la segunda parte fue un baño deportivo en el campo y en la grada".

¿Y qué siente Coke cuatro años después de aquella final en St. Jakob Park? "Orgullo, satisfacción y, sobre todo, un privilegiado. Cuando estaba en el Rayo en Segunda B en la vida podía imaginar que iba a poder disfrutar de esto. Tener la suerte de ganar tres Europa Leagues seguidas, sobre todo por un vestuario del que más no se podía disfrutar, por los fisios, por el grupo, por la gente y la afición también. No he podido disfrutar más. Cuando ves esas fotos recuerdas que todo salió redondo", reconoció en la radio del club.

Un club con el que se siente plenamente identificado, así como con la ciudad, el futbolista ahora del Levante. "La ciudad de Sevilla la he disfrutado al máximo. Tengo muchísimos amigos de verdad y siempre que puedo vuelvo. Me ha marcado. Encima el Sevilla es donde me he desarrollado profesionalmente al máximo nivel, disfrutando y con gente que he considerado mis amigos, y estando a gusto. No se puede pedir más".

Por ello, desea que el Sevilla siga ganando títulos, que el de su heroicidad en Basilea no sea el último. "Ojalá, yo estaré animando como el que más desde la distancia. Buenos jugadores, que marcan la diferencia, los tiene. Luego la suerte de competir en el momento exacto, de que te salgan las cosas, estar preparados para que te salgan y aprovechar las oportunidades que en partidos muy disputados puedas tener. El Sevilla estaba llamado a hacer una gran temporada a hacer una gran temporada tanto en Liga como en Europa League y no veo que no pueda seguir después de este parón. Ojalá, ojalá pueda darse".

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