Sevilla FC

Convincente, el mejor adjetivo posible

  • El sevillismo valora más el empate en el Wanda y la forma en la que el equipo compitió que victorias como la sumada ante Osasuna.

  • El modelo volvió a una idea reconocible y transmite optimismo de cara al tramo final.

Jesús Navas acude a abrazar a De Jong tras el 0-1 de este en el Wanda.

Jesús Navas acude a abrazar a De Jong tras el 0-1 de este en el Wanda. / Javier Corchero

El modelo Lopetegui tiene ya al sevillismo acostumbrado a dar el golpe en la mesa cuando éste menos se lo espera. Lo dio en Getafe con un triunfo incontestable cuando más elogios recibía el equipo de Bordalás tras su glamourosa victoria sobre el Ajax y lo dio el sábado en el Wanda Metropolitano, donde no ganó, pero puede decirse que hizo algo más importante: convencer después de un par de semanas de muchas dudas y exceso de nerviosismo.

En estos tiempos que corren, esto parece más prioritario para el sevillismo que una victoria. La afición celebró el empate ante el Atlético pensando con optimismo en el final de la competición, y, sin embargo, recriminó la forma en que los suyos obtuvieron el triunfo ante el Osasuna en casa.

El punto mantiene la distancia con los de Simeone, por lo que, tal como está la clasificación, es un buen resultado que encima equilibra el goal average particular. Y, de camino, refuerza algunos de los conceptos con los que Lopetegui fue criticado no hace mucho, a la vez que recupera otros aspectos que dieron el empujón inicial en la competición y aparecen otros nuevos registros que están dando mucho en esta fase de la temporada.

El tercer central

Uno de estos nuevos registros es el tercer central, esa posición híbrida que ha ocupado Gudelj en algunos encuentros desde la visita del Sevilla al Cluj en Rumanía. Tres centrales en determinados momentos del juego, cuando el equipo está en fase defensiva que permite a Koundé y Diego Carlos estar más seguros con más opción de coberturas, y que acciona a un hombre más en la creación en el centro del campo cuando el equipo recupera la pelota. Esta función la está llevando a cabo inteligentemente el serbio, aunque en determinadas fases ante el Atlético también se vio como central por dentro a Banega y en algunos momentos a Diego Carlos para que Gudelj ocupara el central zurdo.

Esta figura no siempre ha sido la elegida por Lopetegui, ya que en casa quizá pierda valor, pero ha sido clave en los partidos fuera ante Getafe y Atlético. Queda la duda ahora de quién la llevaría a cabo con la baja de Gudelj ante el Betis en la Liga tras ver la quinta amarilla y sin poder contar con Fernando, aunque primero está el partido ante la Roma.

Vuelven los laterales

Una de las señas de identidad del modelo Lopetegui y un elemento fundamental en los primeros compases de Liga por su capacidad de sorpresa fueron la subida de los laterales. Con el 1-4-3-3 empleado por el vasco, los extremos se asociaban por dentro para crear una estructura de dobles interiores que dio mucha posesión al equipo y que dejaba los pasillos exteriores libres para dos cañones como Jesús Navas y Reguilón.

El jugador cedido por el Real Madrid comenzó la temporada como un tiro tras un verano también muy en forma e hizo cosas muy interesantes, asociándose con Nolito y llegando con peligro en ataque y siendo uno de los jugadores de moda de la Liga. Llegó a hablarse de su vuelta al Real Madrid y de la selección, aunque cayó luego en un pequeño bache de juego. Ahora parece estar recuperando el tono y apunta a un nuevo pico alto de rendimiento. Ante Osasuna ya avisó de que viene pisando fuerte y en el Wanda fue ese lateral agresivo de comienzos de temporada.

Por su parte, Jesús Navas suele describir una trayectoria de rendimiento extraña. Una regularidad que a veces es insulsa (siempre está pero no siempre aparece), pero que de vez en cuando coincide con actuaciones brillantes. Formó una gran pareja con Ocampos y ahora anda alternando fases menos brillantes con tramos de ataque constante y buenos centros. Por ejemplo, el cambio de banda del argentino hace que cuando éste vuelve a la derecha reactive el modo Navas y llegue a sorprender a un rival que se ha llegado a relajar en esa zona.

Persistir con De Jong

Luuk de Jong concentra posiblemente el punto en el que Lopetegui ha recibido más críticas por parte del sevillismo desde que comenzó la campaña. El holandés no es un hombre que haya estado afortunado ante el gol, salvo chispazos aislados y decisivos –eso sí–, pero su capacidad de trabajo ha sido la que le ha dado al guipuzcoano las coordenadas de hacia dónde ha querido dirigirse en todo momento. De Jong desgasta a los centrales en duelos aéreos que no acaban nunca y en los que suele ganar casi siempre (en el Wanda ganó 7 de 7, más del doble del segundo en esta faceta de todo el partido, Savic, con 3), hace recular a la defensa rival atornillándola en el área y se mata en la zona de tres cuartos recuperando balones para el equipo o haciendo que los ganen los compañeros.

La fe en él ha sido inquebrantable frente a viento y marea y Lopetegui se ha llevado el gato al agua, pues ha logrado que hasta sus detractores más radicales vayan entendiendo la labor que desempeña. La llegada de En-Nesyri ofrece a la plantilla otros registros más apropiados para determinados encuentros en los que explotar los espacios que se produzcan a la espalda de la defensa, pero si se trata de encerrar al rival en su área el holandés cumple su función.

Más estrategia operativa

El paso de los meses y el trabajo diario en el laboratorio de la ciudad deportiva es lo que permite a un cuerpo técnico ir creciendo y sumar registros en un equipo. Le pasaba a a Unai Emery cada temporada. Pese a ser el mismo entrenador, los cambios de 12 ó 13 futbolistas en la plantilla cada campaña hacía que hasta pasados unos meses no se vieran de verdad los avances.

Lopetegui, tras iniciar su andadura con un claro registro futbolístico, ese juego de dobles interiores y superioridad numérica por dentro, ha ido creciendo hacia otros bocetos de juego. En fútbol, el planteamiento o los caminos que un equipo busca para superar a un determinado rival se llama estrategia operativa y el paso de los meses ha permitido al Sevilla poder usar varias según el rival y tratando de salir de su idea habitual, que, como es lógico, también estudian y neutralizan los rivales.

Así, han surgido figuras como la defensa de tres, la posición híbrida de Gudelj como tercer central y hombre de centro del campo a la vez, o la opción de buscar las espaldas de defensas adelantadas con la velocidad de En-Nesyri y Ocampos.

Por ejemplo, en el Wanda al Sevilla se pudo ver tocando muy atrás, casi en paralelo con Vaclík para atraer al Atlético en su propio campo y que aparecieran los espacios a los que atacar.

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