El Sevilla, tras la derrota ante el Barcelona del sábado, se ejercitó este domingo ya con la vista puesta en el nuevo envite con el equipo azulgrana. La vuelta de la semifinal de la Copa del Rey ya copa toda la atención y toda la energía en el club de Nervión. 

Así, por ejemplo, pese a ser jornada festiva con motivo del Día de Andalucía, la cúpula del Sevilla se ha personado en la ciudad deportiva para presenciar el entrenamiento y arropar al equipo tras el palo recibido en la jornada liguera. No es algo extraordinario, de hecho, lo habitual es que el director general deportivo esté muy presente, también el vicepresidente o el presidente, y Fernando Navarro, como enlace de la plantilla, obviamente.

Este domingo han estado los cuatro, también para trasladar su confianza plena y sus ánimos para la nueva cita que ya, de forma inmediata, tiene el equipo de Lopetegui con el suculento premio de una nueva final de la Copa del Rey.

En esta primera sesión específica para preparar la semifinal copera, con esa ventaja de 2-0 que cobró el Sevilla en la ida, Lopetegui dividió al equipo en dos grupos. Algunos, la minoría, no se calzaron las botas y sólo hicieron ejercicios de descarga: Koundé, Diego Carlos, Suso, Rakitic, Fernando, Escudero, Bono, De Jong...

En cambio, otros sí participaron en una sesión muy intensa que incluso tuvo partidillos a un cuarto de campo. Así, futbolistas que sí fueron titulares ante el Barcelona el sábado se pusieron los borceguíes y realizaron fútbol, casos de Munir o el Papu. En la sesión también hubo varios futbolistas del Sevilla Atlético, que esta jornada no tenía competición en Segunda B. Así, por ejemplo, Carlos Álvarez o Luismi Cruz.

Antes de la sesión, Julen Lopetegui les dio una charla a todos sus futbolistas. La gran incógnita en la antesala de la semifinal es si el entrenador guipuzcoano podrá contar con Lucas Ocampos, que el viernes se calzó las botas y pisó césped, pero las sensaciones no fueron buenas.