Las dos dudas en el tesoro del Sevilla de Quique
Sevilla FC
La baja de Badé abre el abanico de posibles relevos en el eje de la zaga, que se había consolidado con tres pilares intocables, y arriba En-Nesyri causa incertidumbre
Largas colas y tremenda expectación en la firma de Gudelj y Kike Salas
El comunicado de Del Nido al plan financiero del Sevilla: "Confirmación de la ruina económica"
El gol de Marezi en el minuto 96, penúltimo del partido en Almería, vuelve a darle emoción a la situación del Sevilla. Una emoción negativa, puesto que jugar de nuevo una final por evitar verse de lleno en la lucha por el descenso no es el objetivo de una plantilla que partió como la cuarta con más coste de toda la Liga. Pero ya se ha visto que coste y rendimiento no tienen por qué ir de la mano y ahí está el crédito que ha pedido el comité de dirección y que ayer encontró la respuesta de José María del Nido. Cuitas y guerras accionariales al margen, lo cierto es que el Sevilla de Quique Sánchez Flores afronta el Domingo de Pasión otro partido trascendental, al recibir al Celta, un equipo que estrena entrenador y que buscará con todas sus fuerzas un triunfo que lo aleje del Cádiz e implique a los nervionenses en la pelea del barro. Y hay un par de dudas para esta cita.
Lo que parecía tarea concluida aún tiene pendiente que se escriba el epílogo. La historia del Sevilla esta temporada no ha terminado y el partido de este Domingo de Pasión, en ese horario intempestivo de las 14:00, se presenta con las incógnitas los dos baluartes en que Quique fundamentó la resurrección del Sevilla hasta casi concretar su definitiva salvación, ahora de nuevo más que cuestionada. La solidez de la defensa y la pegada del ataque se pueden ver resentidas por la baja segura de Badé y la posible de En-Nesyri, Loïc y Youssef, dos fijos en el once de gala del Sevilla en el mes de febrero, ese once que le dio la vuelta a la tortilla sumando 11 de 18 puntos posibles –12 de 21 tras el empate en Almería–. El central sufre una lesión miotendinosa en el sóleo y estará un par de semanas de baja. Y el delantero tiene molestias en el tobillo y es seria duda para el domingo. Puede que llegue, pero quizá tenga que forzar para ello, como ya hizo Jesús Navas en Almería.
El palaciego, por cierto, se retiró del encuentro en la segunda parte pero no ha aparecido en el parte médico. Es posible que pueda estar disponible de nuevo, aunque no está en sus mejores condiciones físicas ni en un pico alto de rendimiento. En Almería lo tuvo que relevar Acuña, que salía de lesión, para que Ocampos se cambiara del carril izquierdo al derecho. Ante el Celta, esta opción podría ser de partida, es una de las dudas de Quique.
Pero no son las piezas a elegir en el puzle de los carriles las que más preocupan. Quizá lo más inquietante es que se deshaga la sociedad que tantísimo rédito le ha dado al Sevilla en esa fase de reacción y de sprint hacia la permanencia: En-Nesyri e Isaac. De hecho, ambos fueron artífices del importantísimo triunfo sobre la Real Sociedad, también a las dos de la tarde, un encuentro que parecía cerrar definitivamente las incertidumbres que de nuevo se ciernen sobre Nervión. Tuvo una gran entrada ese día, por cierto, a ver este Domingo de Pasión...
La otra gran inquietud es la del relevo de Badé, aunque ahí tiene más mimbres Quique. Cierto es que el francés estaba rindiendo de forma muy regular y que la defensa que formaba con Sergio Ramos en el centro y Kike Salas en la izquierda se estaba mostrando muy firme hasta esos desajustes en la basculación al final del Almería-Sevilla. Un desajuste apenas y de nuevo la desazón...
Por lógica y respeto de los tiempos, de los centrales que estaban lesionados el primero que reapareció y el que lleva más tiempo entrenándose con el grupo es Nianzou, quien por otro lado no ha dado excesiva seguridad cuando ha salido como suplente. Luego estaría Marcao, quien ya lleva un par de semanas con el grupo tras su enésima lesión. Y por último, el que podría ofrecer más garantías pero se ha llevado más tiempo lesionado, Gudelj. El serbio reapareció después de su rotura de menisco en Almería, pero como mediocampista. Quique puede enmendar la zaga, y quizá está más inquieto por el peligro de deshacer su ataque.
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