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ERTE en el Sevilla: Todos los números de un acuerdo con heridas

  • El Sevilla finiquita el ERTE con sus trabajadores y firma un pacto con su plantilla por la que ésta acepta una quita que va desde el 0 por ciento, si vuelve el fútbol con público, al 19% si la competición no se reanuda

  • Los futbolistas no percibirán el 8,5 por ciento si los partidos se juegan a puerta cerrada

La plantilla del Sevilla escucha a Julen Lopetegui en un entrenamiento.

La plantilla del Sevilla escucha a Julen Lopetegui en un entrenamiento. / Antonio Pizarro

Asunto cerrado para el Sevilla. Tarde, pero cerrado. La entidad comunicó al filo de las diez de la noche de ayer la aprobación del ERTE presentado por la SAD el pasado Lunes Santo, 6 de abril en los calendarios, además del acuerdo con los trabajadores laborales por el que éstos se aseguran mayoritariamente el 98 por ciento de su salario anual, aunque en algunos casos, los menos, será del 95 y en otros del 100 por ciento. Para ello, fue fundamental el acuerdo para que presidente, vicepresidente, resto del consejo de administración y los ejecutivos del club aceptaran rebajarse sus emolumentos para cubrir esta diferencia.

También, lógicamente, se produjo un acuerdo con la primera plantilla y los miembros del cuerpo técnico del club, que aceptaron finalmente unas condiciones lógicas en la actual situación de la crisis originada por la pandemia por el Covid-19. Más o menos resumidas las cláusulas del acuerdo pactado se cifran en las siguientes condiciones. Los futbolistas cobrarán su salario íntegro si finalmente se reanuda la competición con público, algo que en estos momentos parece bastante improbable por las previsiones que se vienen haciendo desde las diferentes administraciones públicas.

En el supuesto mucho más probable, es decir, que tanto LaLiga como la Liga Europa se juegue sin público en la fecha que finalmente se levanten las medidas sanitarias, la plantilla renunciaría al 8,5 por ciento de sus emolumentos.

La última de las opciones, la menos deseada por todos porque supondría prácticamente un crack en el tejido económico del fútbol mundial actual, sería la que tiene que ver con la cancelación tanto de LaLiga como de las competiciones europeas, es decir, de la Liga Europa con la eliminatoria contra la Roma en el horizonte. En ese supuesto, el acuerdo con la plantilla sevillista establece que ésta renunciaría globalmente a un 19 por ciento de sus fichas y salarios.

Éste fue el acuerdo alcanzado con la primera plantilla, aunque no tiene mucho que ver con el pacto para complementar el salario del resto de los trabajadores de la entidad. Ese dinero se debe detraer tanto del oneroso sueldo del presidente como del vicepresidente, además del resto de los miembros del consejo de administración y de los principales ejecutivos de la entidad, que también deberán renunciar a una parte de sus sueldos anuales para que no se vea afectado el personal en una situación bastante inferior en lo económico.

La medida la comunicaba el presidente, José Castro, a todos los empleados del Sevilla poco después de las diez de la noche para que inmediatamente después fuera confeccionado un comunicado que vería la luz en la web de la entidad en el que se daba a conocer el acuerdo entre todas las partes, aunque sin entrar en detalles respecto a los números para que éste se hubiera producido.

Prácticamente al mismo tiempo, por tanto, a todos los trabajadores de la entidad les llegaba una carta rubricada por el presidente, José Castro, en la que éste mostraba cierto arrepentimiento por las diferentes vicisitudes vividas en los últimos días. "Pediros disculpas por no haberlo podido anunciar antes, y creedme que no ha sido porque no hayamos trabajado sin cesar por vosotros, que sois el alma del Sevilla FC", manifestaba el máximo mandatario de la entidad nervionense ante la fuerte polémica generada y el malestar latente entre la mayor parte de esa plantilla laboral. Concretamente, 360 de los 501 que tiene actualmente la nómina del Sevilla FC SAD se veían afectados por el ERTE presentado por la entidad.

El final puede parecer feliz y es evidente que se llega a un término más o menos similar al resto de las entidades del fútbol español por la fuerte crisis económica generada por el Covid-19, como el resto de la economía mundial, pero por el camino han quedado muchas heridas en todos los sentidos y habrá que ver las repercusiones que éstas pueden tener en el futuro de una entidad que hasta ahora siempre había presumido de una paz interna casi idílica gracias a sus resultados económicos. Bien está lo que bien acaba, pero ojo a ese hasta ahora y las repercusiones que pueda tener.

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