Sevilla FC-Inter | La previa

El Sevilla, en su particular Olimpo

  • Los sevillistas buscan su sexto título de la Europa League ante el Inter en la constatación de que ya están instalados en la élite del continente

Ocampos participa en un rondo en el último entrenamiento.

Ocampos participa en un rondo en el último entrenamiento. / Martin Meissner / Efe

21 de agosto de 2020, fecha en la que la UEFA reprogramó la final de la Europa League después del paréntesis en la maldita pandemia. Ha llegado ese día y uno de los dos finalistas, porque sólo podían ser dos de todos los que lo intentaron, es el Sevilla Fútbol Club. El club blanquirrojo radicado en el sevillanísimo barrio de Nervión repite por sexta vez en la finalísima de una competición tan prestigiosa que la han peleado clubes como el Manchester United, la Roma y otros de idéntico calibre social y económico. Los dos tuvieron la mala suerte de toparse por el camino con la tropa de Julen Lopetegui y hoy deberán asistir a la final por televisión desde sus casas a pesar de su tremendo potencial.

Sirva todo lo anterior para argumentar que el Sevilla ya está instalado de pleno derecho en el Olimpo en el que viven los dioses de este deporte llamado fútbol en Europa. Las casualidades, si alguna vez lo fueron, están ya muy lejos de ser consideradas como tales. El Sevilla es una realidad incuestionable y esto se puede aseverar incluso con los datos objetivos.

Por ejemplo. En un año malo, recordado con tristeza por los suyos incluso, hace un par de ellos, los blancos, con Montella y toda la ristra de contrariedades por el camino, alcanzaban los cuartos de final de la Liga de Campeones tras eliminar también al Manchester United y visitaban el Allianz Arena del Bayern Múnich. Pero no sólo eso, también disputaban en el Wanda Metropolitano la final de la Copa del Rey y para jugarla, aunque saliera goleado por un insaciable Barcelona, hay que ir superando peldaños hasta llegar hasta ahí.

Aunque el partido estará repleto de grandes futbolistas, hay uno, Banega, que es el eje de gravitación de todo

En esas circunstancias, bienaventuradas para los suyos, vive el Sevilla de la contemporaneidad. No en vano, es el club europeo que más finales continentales ha jugado ya en el siglo XXI, otro dato objetivo y, por tanto, sin ninguna objeción posible. Los sevillistas acumulan ya la presencia en 11 finales, seis de la Liga Europa y cinco de las correspondientes Supercopas, pues encima se entretuvieron en ganar todas las que estuvieron presentes hasta ahora. Como a esos cinco triunfos en la Europa League se le añade otro sobre el Barcelona de Ronaldinho, Eto’o… y Messi en Mónaco, pues en total son seis los títulos que lucen en la moderna sala de trofeos del Ramón Sánchez-Pizjuán.

Todo eso, sin embargo, sirve sólo para la presentación de esta final en la que, además, la entidad que está enfrente, el histórico Internazionale de Milano, es precisamente quien sigue en esta clasificación de ganadores de la UEFA Europa League/Copa de la UEFA, pues los italianos fueron capaces de conquistarla en tres ocasiones para celebrarlas como si no hubiera un mañana. Lógico, habida cuenta del prestigio que da en todo el mundo alcanzar un logro así.

Centrando ya el foco en lo que va a acontecer esta noche en el vacío estadio del Colonia, un recinto que merecería estar hasta la bandera de público, el Sevilla, por tanto, busca su sexto título en esta UEFA Europa League y el séptimo continental. Lo hace bajo el amparo de haber conformado un equipo con todas las versalitas que se le quieran poner de la mano de Monchi, en la planificación, y de Julen Lopetegui, en el entrenamiento diario.

La circulación de la pelota debe ser muy precisa para que el Sevilla pueda sorprender al Inter y que no sea al contrario

Los blancos se han mostrado como una verdadera roca, como una máquina perfectamente engrasada que es capaz de seguir funcionando por muchos palos que le quieran meter entre sus piezas. La prueba más evidente fue ponerse por debajo de todo un Manchester United con diez minutos de fútbol apenas disputados y seguir peleando contra esas dificultades como si no hubiera sucedido absolutamente nada. Los sevillistas, pues, saben adaptarse a todas las circunstancias que les puedan deparar los partidos y siempre están ahí, peleando hasta el final para acabar con las sonrisas en sus rostros.

No en vano, son ya veinte los partidos que han enlazado sin perder en ninguno de ellos. No es nada ilógico, pues esta competición se está disputando sin ningún margen de error. No hay sitio para que el perdedor se pueda reenganchar y el Sevilla ya va por su cuarta final en tierras alemanas tras dejar por el camino a la Roma, el Wolverhampton Wanderers y el Manchester United. Lógicamente, lo mismo le ha ocurrido al Inter, que se tuvo que desembarazar del Getafe, Bayer Leverkusen y Shakhtar Donetsk. Calificar cada camino como más difícil o fácil pertenece al reino de la subjetividad, así que cada uno puede pensar lo que estime oportuno.

Lo cierto es que si el Sevilla lleva ya 20 citas sin hincar la rodilla, en el caso del Inter esos mismos datos indican que acumula 11 litigios sin perder. La última vez que lo hizo fue el 5 de julio, en un partido de la Serie A contra el Bolonia que se saldó con un 1-2. Desde entonces, ocho victorias y tres empates para la escuadra que tan bien entrena Antonio Conte.

Los datos, pues, indican que estamos ante una final de verdadero tronío, con dos equipos en un estado de forma excelente, con futbolistas sobre el césped de una calidad indudable y que se disparan en su valor cada vez que Transfermarkt, por citar a la página especializada en este tipo de cuestiones, actualiza el coste teórico de todos los jugadores. En la presentación de esta final en estas mismas páginas por Juan Antonio Solís se hablaba del duelo entre Lukaku y Lautaro Martínez contra Koundé y Diego Carlos. Y es indudable que será uno de los grandes atractivos para los amantes del balompié.

Pero son bastantes y variados. Porque también habrá que ver el protagonismo de Banega, precisamente en su última cita en la élite del fútbol antes de irse a Arabia Saudita a engordar su cuenta bancaria. El medio centro argentino, además, no sólo es el indudable líder de este Sevilla, también tiene el amargor en su boca por su aventura fallida en el Inter. Así que puede acaparar también los focos.

Los italianos son fuertes atrás y con sus dos delanteros, por lo que Fernando tendrá que apoyar a los centrales

Como le pueden corresponder a cualquiera de los 32 futbolistas que podrían participar si encima no hay una prórroga para que entren algunos más, este Sevilla-Inter está cargado de atractivos balompédicos por todos lados. Y una cosa curiosa también, que parece que esta vez las alineaciones tienen menos dudas que nunca, al menos en teoría, que después quién sabe lo que pasará por las cabezas de Lopetegui y Conte. El vasco ha repetido once en sus tres últimos partidos y el italiano lo ha hecho en los cinco anteriores. Siempre jugaron con los mismos los dos en esta burbuja en Alemania.

Última cuestión. Tanto el Sevilla como el Inter llevan un año, o casi, compitiendo en este curso alargado por culpa de la pandemia. Los sevillistas empezaron el 18 de agosto de 2019 con un triunfo por 0-2 ante el Espanyol, un año y tres días; los interistas le hicieron un 4-0 al Lecce el 26 de agosto de 2019 en su primera comparecencia oficial del curso. Los dos llegan, por tanto, tras un gran desgaste, pero cabe insistir en que están en una forma perfecta.

La suerte está echada y el Sevilla no se arruga ni ante colosos de este nivel del fútbol europeo. Es cierto que su nivel económico no es el mismo, pero en lo referente al fútbol este Sevilla de Monchi, casi siempre de Monchi, y de otros actores de tremendo valor para el club, ya es uno más en esa élite continental. Es uno de los dioses con derecho a vivir en semejante Olimpo y hoy tratará de refrendarlo con una nueva alegría para los suyos. La sexta UEFA Europa League está en juego y todos están ansiosos por alzarla al aire de Colonia.

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