Al Sevilla se le acumulan los problemas. La nueva derrota en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde no ha logrado ganar en seis jornadas ligueras que ya ha disputado en casa, llegó con otra mala nueva. Isco no podrá jugar el derbi del próximo domingo en el Benito Villamarín por acumulación de amonestaciones.

Mateu Lahoz le mostró al mediapunta malagueño la tarjeta amarilla en el minuto 68, siete después del gol de Álvaro García. Fue por una entrada algo dura y extemporánea a Óscar Valentín, al que dio un pisotón en su afán por robarle la pelota. Era amarilla clara e incluso los rayistas pidieron que el colegiado valenciano le subiera la tonalidad cromática a la tarjeta.

Esa tarjeta es la quinta para Isco, uno de los jugadores fijos de Sampaoli, igual que lo era antes con Lopetegui. Y el argentino debe buscarle un relevo en su once titular para enfrentarse al Betis de Pellegrini.

Isco vio la cruz de la moneda después de la cara que ante el Copenhague, cuando marcó su primer gol con el Sevilla, un golazo. Ahora, tras un mal rendimiento ante el Rayo Vallecano, se perderá un partido siempre especial en el que su calidad era uno de los recursos de este necesitado Sevilla para intentar salir de los puestos de abajo con el impulso que siempre significa un buen resultado en un derbi.