El Sevilla partió hacia Japón para completar su primera estancia internacional de la pretemporada. Lo hizo el cuerpo técnico, a cuyo frente responde Eduardo Berizzo, una plantilla de 26 futbolistas y una nada desdeñable carga de 35,7 millones de euros procedentes del traspaso de Vitolo, listos para ser invertidos las próximas semanas en pos de la plantilla para la campaña 17-18. Serán 10 días en el país nipón en los que a nadie se le borrará la marca del 15 de agosto, día de la Virgen y posible fecha del choque de ida de la fase previa de la Liga de Campeones.

La expedición sevillista voló desde el aeropuerto de San Pablo con siete canteranos y 18 miembros de la primera plantilla, entre los que se encontraban las tres incorporaciones realizadas hasta la fecha -Ever Banega, Luis Muriel y Guido Pizarro- pero no Mariano ni Rami, ambos con un permiso del club a expensas de cerrar sus salidas. El francés, de hecho, fue presentado con el Olympique de Marsella, en el que militará las próximas cuatro temporadas por una cantidad cercana a los seis millones de euros, señaló la agencia Efe. Y agregó una pulla en las redes sociales a la directiva sevillista: "Ha hecho cosas mal al final, vergonzoso, pero eso es fútbol".

A la expedición inicial de 25 jugadores se unió luego Corchia, que tuvo que tramitar su visado

Quien sí viajó finalmente a Japón fue el futbolista francés Sébastien Corchia, cuya contratación hizo oficial el Sevilla más tarde de que sus compañeros embarcaran rumbo al país oriental. El lateral diestro, quien firmó cuatro años después de pasar el reconocimiento médico, debió trasladarse a Madrid para recibir el preceptivo visado como previo paso a tomar un vuelo en dirección a Osaka.

En esa localidad nipona será donde el equipo sevillista estrene su historial de amistosos en el actual periodo de preparación. Será el próximo lunes, 17 de julio, cuando los de Berizzo se enfrenten al Cerezo Osaka. Cinco días después, el 22 de este mes, el rival será el Kashima Antlers, dos adversarios que no dejan de ser pruebas necesarias en esta primera fase de la pretemporada.

La lista de expedicionarios sevillistas dada por el entrenador argentino no supone más que un indicativo provisional de lo que será el grupo definitivo. En tal cuestión tendrán mucho que ver los 35,7 millones de euros recién ingresados en las arcas del club con sede en Eduardo Dato procedentes del Atlético de Madrid, una cantidad nada despreciable a la hora de atraer a jugadores que engrosen las filas de la próxima plantilla. A nadie se le escapa que un más que posible candidato para unirse al proyecto es Nolito, con quien existe un acuerdo a falta del plácet del Manchester City. El club inglés demandaba del sevillano una opción de compra añadida a la cesión por una cifra entre seis y ocho millones de euros. Tal cantidad no es en estos momentos un obstáculo en los despachos del Sánchez-Pizjuán.

La llegada del futbolista de Sanlúcar de Barrameda, un predilecto para Berizzo, ocuparía a el vacío dejado en la banda por Vitolo. En la misma línea de vanguardia, y pese a la cantidades de las que dispone el club presidido por Pepe Castro, no parece tan cercano como a su representante le gustaría Jovetic, actual objeto de subasta entre intermediarios y agentes. El Inter pide por sus servicios unos 13 millones, una cuantía que el Sevilla no está dispuesto a abonar en estos instantes.

En cuanto a los jugadores que sí viajaron a Japón, será poco probable que sigan N'Zonzi, Ganso o Montoya, colocados en el escaparate de transferibles y situados en la rampa de salida para las próximas semanas o incluso días.

Berizzo estará atento a lo que puedan dar de sí los canteranos que realicen la pretemporada con el primer equipo. Algunos de ellos son piezas de deseo para varios clubes de Segunda. Si el Zaragoza, por ejemplo, pretende a Caro, el Cádiz acecha a Juan Muñoz, quien faltó en San Pablo.