Nobleza obliga. Y Julen Lopetegui, si algo tuvo en su etapa en el Sevilla, fue nobleza. Destituido incluso antes de jugar su último partido, el Sevilla-Borussia Dortmund de Champions, día en que recibió el cariño del sevillismo en un triste adiós, el guipuzcoano le ha deseado lo mejor al Sevilla en su final de la Europa League contra la Roma.

Tras salvar con varias jornadas de antelación al Wolverhampton, al que cogió en puestos de descenso, el entrenador vasco habla con tranquilidad de la final que juega su ex equipo.

De coger en último lugar a los Wolves... a tenerlos prácticamente salvados 👏🏻La celebración de Julen Lopetegui tras vencer al Aston Villa lo dice todo 🔥🔥#PremierLeagueDAZN ⚽🏴󠁧󠁢󠁥󠁮󠁧󠁿 pic.twitter.com/pTsr1DJWMu

— DAZN España (@DAZN_ES) May 6, 2023

"La historia del Sevilla está ahí, pero esto es un partido nuevo, una final nueva. Ojalá todo se pueda dar bien y se pueda levantar la Copa. Me alegro mucho por todo lo bueno que le pase al Sevilla, es una alegría tanto para mí como para mi familia", dijo en palabras recogidas por ElDesmarque.

A Lopetegui también le extraña que exista ese fuerte vínculo exitoso entre los entrenadores vascos y el Sevilla. Primero fue Unai Emery con sus títulos en 2014, 2015 y 2016, luego fue el propio Julen en 2020, en plena pandemia. Y ahora es José Luis Mendilibar el que tiene la ocasión de levantar la séptima UEFA Europa League, para darle continuidad al ciclo que abrió Juande Ramos en Eindhoven en 2006.

"Seguramente se explique desde la película Ocho apellidos vascos", dijo entre risas. "No, es una broma, la verdad es que no soy capaz de explicarlo. Ojalá vaya muy bien y ojalá podamos, se pueda, celebrar esa séptima Europa League, sería fantástico", dijo el técnico de Asteasu.

El guipuzcoano también recordó cómo fue la consecución de la sexta UEFA Europa League, aquella en los estadios vacíos de Alemania, tras el confinamiento por el Covid-19... "Fue un pequeño Mundial. Fueron más o menos diez días concentrados, un tiempo especial, un formato diferente, circunstancias muy especiales, a partido único. Cada partido era una final", recordó.

Y también recordó las sensaciones en aquellos días de agosto de 2020... "Son momentos que se recuerdan con ilusión y alegría. Íbamos preparando partido a partido, no mirábamos lo que venía después porque cada partido era una final. No teníamos vuelta, lo preparábamos como si fuese un Europeo o un Mundial", rememoró.