La derrota en Salzburgo escoció fuerte en un Sevilla acostumbrado a los éxitos en los últimos tiempos. La incapacidad de los nervionenses para derrotar al jovencísimo equipo austríaco provocaba la triste de Julen Lopetegui y de todos los aficionados, entre otras cosas porque la apuesta era bastante importante tanto en el aspecto deportivo como en el económico.

Papu Gómez | El galimatías interminable, su sitio es el medio y Julen le da las bandas

Si se lleva al extremo de las cosas, es algo así como contratar a un portero para ejercer de central. El Papu Gómez, y más con la edad que ya tiene, sólo sirve para jugar por el medio y dar pases desde ahí, pero Lopetegui rara vez altera su 1-4-3-3 y el argentino debe partir del extremo, donde no rinde casi nunca. Así es el galimatías.

Joan Jordán | Ingenuidad impropia de alguien que ve tan bien el fútbol desde dentro

Joan Jordán sigue el partido desde la grada tras su expulsión.

Joan Jordán es un serio candidato a ser entrenador algún día, ve el fútbol de manera perfecta, lo juega igual de bien y también es capaz de explicarlo con claridad. Dicho lo dicho, resulta muy complicado explicar que un futbolista con esa clarividencia pueda cometer una ingenuidad como la que hizo al dejar a su equipo con diez. Hizo imposible cualquier reacción a demasiados metros de su portería.

Augustinsson | Cuando toca atacar le faltan varios puntos de nivel

Augustinsson se tira al suelo para cortar el avance de un rival.

Fue el recambio lógico de Acuña por la lesión del argentino, pero jamás llegó a soltarse y a crear peligro por la banda izquierda. Tuvo muchas ocasiones para proyectarse y hacerle daño al rival, pero no las aprovechaba. La cuestión es que cuando su equipo necesita atacar y hacer daño le faltan varios puntos de nivel de calidad.

Munir | La única le llegó a él, pero el sistema lo condena

Tuvo la única oportunidad real de haber marcado un gol, pero su cabezazo se estrelló en el larguero, pero la realidad es que otro de los que no tienen cabida en el encorsetado sistema de juego de Lopetegui. Porque ni es extremo ni puede jugar como único delantero, ahí lo condena no tener nadie cerca para combinar.