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Tras Nyland, al Sevilla lo urgen las salidas por cupo y límite salarial

El noruego Nyland sonríe ante la prensa tras aterrizar anoche en Sevilla.

El noruego Nyland sonríe ante la prensa tras aterrizar anoche en Sevilla. / Antonio Pizarro

Este domingo 20 de agosto debe formalizar de forma oficial el Sevilla el segundo fichaje específico de la dirección deportiva heredada por Víctor Orta. Orjan Nyland aterrizó anoche sobre las 21:00 para iniciar las diligencias de su contratación por el club de Nervión, en principio por dos temporadas.

El guardameta noruego, un fijo en la selección de su país, llega con el rol asumido de suplente que ha tenido en los diversos equipos en los que ha militado desde que salió del Molde en 2015: la suplencia. Es decir, no se trata de un relevo de Bono, que ayer fue presentado a lo grande en Riad ante 60.000 espectadores junto a Neymar, sino un fichaje de perfil bajo que se explica, por fuerza, por otras circunstancias que ha tenido en cuenta el club, en consenso con Orta y José Luis Mendilibar.

De Dmitrovic a la fe en los porteros de cantera

La prioridad no era la portería teniendo en cuenta que para el técnico vizcaíno el meta serbio, por su estilo de juego, nada dado a la salida desde atrás que sí era una virtud de Bono, es el titular indiscutible. Ahí ha estribado también buena parte de la marcha del marroquí al Al Hilal, al margen del tremendo contrato que cobrará en tres años, a razón de 12 millones netos anuales. También hay que tener en cuenta que en el club hay confianza en los porteros de la cantera, incluso en el estigmatizado Alfonso Pastor, que quedó señalado de forma fea en aquel partido de Copa del Rey tan mal gestionado por Lopetegui y Monchi, desde el mismo momento en que ocultaron la baja de Dmitrovic por su positivo en Covid con Bono en la Copa de África. No fue el mejor camino para darle confianza al portero canterano ese hermetismo tan circunstancial y sólo explicable por tratarse de una instancia a partido único con el eterno rival.

Ahora, con Alfonso Pastor saliendo de una lesión de pubis, más Nyland en ese asumido rol de suplente, Mendilibar insta a Orta a cubrir las que cree verdaderas necesidades del equipo, al margen de que se produzca la salida al Aston Villa de Acuña, con la negociación aún abierta y distante. A saber, el medio centro defensivo, con Soumaré como principal candidato a llegar cedido por el Leicester tras el descenso del equipo inglés, el extremo izquierdo, con un abanico de nombres que ya han salido en la prensa, y hasta un delantero, el secreto mejor guardado por Orta.

La urgencia sigue siendo el exceso de nóminas

Pero la prioridad, la urgente necesidad del Sevilla, continúa siendo ir dándoles salida a los excedentes de cupo. Tras la cesión Augustinsson al Anderlecht, el próximo en salir debe ser Idrissi, sobre quien ya anunció la prensa neerlandesa que aceptó el contrato que le ofrece por una temporada el Feyenoord, equipo con el que se proclamó siendo titular campeón de la Eredivisie. La fórmula de la cesión es lo que discuten ahora los clubes.

La del internacional marroquí sería la cuarta salida de los descartes que volvieron tras cesión, tras las de Rekik, Rony Lopes y el susodicho Augustinsson. Pero aún quedan Óscar Rodríguez, tras su frustrada cesión al Alavés por desavenencias en el reparto de su ficha, Delaney y Januzaj. Y de los inscritos en la Liga, hay futbolistas que también deben dejar hueco para que Víctor Orta pueda acometer los fichajes para esos puestos consensuados con Mendilibar para que la plantilla pueda resultar competitiva.

Entre los inscritos hay futbolistas como Papu Gómez y Tecatito sobre los que el Sevilla estaría encantado que encontraran algún destino apetecible. Lo del Rayados fue sólo humo, pues la tentativa realizada estaba lejísimos de las altisonantes palabras de su presidente, Tato Noriega, cuando se le preguntaba por la opción del mexicano. Del dicho al hecho hubo demasiado trecho.

Sólo hay que mirar las listas de la Liga y la Supercopa de Europa para ver que al Sevilla le sobran futbolistas y no tiene hueco para varias inscripciones. Con Nyland, cubrirá el tope de 17 extranjeros de la lista A de la Champions, y en LaLiga habrá 23 inscritos una vez supla en el listado a Bono. El ingreso por el marroquí, esos 22 millones al contado, son una gran inyección para ir al mercado. Pero el exceso de nóminas sigue dejando sin alas al Sevilla tanto por la logística de las fichas como por el límite salarial del sistema de Tebas, en el que los no inscritos también cuentan. He ahí la cuestión.

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