Sevilla FC

Respuestas a la segunda minicrisis

  • Lopetegui vuelve a enfrentarse a una situación similar a la que tuvo que superar entre septiembre y octubre y que cerró con la victoria en el derbi.

  • El modelo necesita más profundidad ofensiva, sobre todo en casa.

Una imagen de Julen Lopetegui, con su habitual 'look' con gafas y gorra.

Una imagen de Julen Lopetegui, con su habitual 'look' con gafas y gorra. / Antonio Pizarro

Julen Lopetegui se encuentra ante la tesitura de salir de su segunda minicrisis en el Sevilla, o crisis, sin más, si se atiende a las palabras del mismísimo Monchi, que ha reconocido que este club ha crecido tanto que cualquier derrota desencadena una situacion de alarma en todos sus estamentos.

El empate ante el Alavés y la falta de pericia para hincarle el diente a un rival replegado y, sobre todo, haber dicho adiós a la Copa del Rey con una dolorosa imagen ante un equipo de Segunda, el Mirandés, han generado mucho ruido alrededor de la figura de un técnico que ya de por sí no tiene mayoría de adeptos entre la afición pese a la buena situación clasificatoria en la Liga y, de momento, su marcha militar en la Europa League a la espera de las primeras eliminatorias directas.

Es la segunda situación desde su llegada en la que el oleaje crea cierta inestabilidad. En la anterior ocasión, entre finales de septiembre y primeros de octubre, el entrenador guipuzcoano pasó la prueba pese a que el gallinero llegó a alterarse bastante, haciendo coincidir las dos primeras derrotas ante Eibar y Barcelona –una tras un 0-2 a favor y otra por 4-0 en el Camp Nou y recibiendo tres goles en ocho minutos– con el debate entre la persistencia del técnico en alinear a De Jong y la simpatía de la grada con Dabbur.

Entonces terció como bálsamo oportunísimo una fase de grupos de la Europa League bastante asequible, que rescató a un equipo que justo tras lo de Barcelona también se atascó en casa ante el Levante. Es curioso que Lopetegui respondió a la primera minicrisis sacando del equipo a De Jong, y que precisamente sería el holandés quien la cerraría. El ex jugador del PSV Eindhoven, suplente ante los granotas, salvó los muebles con un gol en el minuto 86 (1-0). Después llegaron las victorias ante Dudelange (3-0) y Getafe (2-0), un choque éste también sin De Jong y atascado y que encarriló Chicharito pasada la hora de juego.

Luego vinieron los empates ante Atlético en casa y Valencia en Mestalla, ambos con goles en contra por deficiencias en las marcas, mezcladas con la tibia recuperación de otra cómoda victoria europea, ante el Dudelange (2-5) con dos goles de Dabbur.

Pero lo que de verdad cerró la crisis fue el triunfo en el derbi disputado en el Benito Villamarín, con una decisiva intervención de De Jong en el 1-2 final.

Ahora, Lopetegui está en la obligación de buscar una nueva reacción sin el comodín de esa benigna fase de grupos europea plagada de rivales asequible que le permitían refrescar la plantilla. El caballo de batalla es encontrar una fórmula para que el modelo genere más fútbol ofensivo de manera más real que la mera posesión. El Sevilla se ha convertido en un rival que no logra abrir el grifo en el Sánchez-Pizjuán, donde han vuelto los números de quince años atrás, con seis encuentros ya en los que los puntos no se han quedado en casa. Lo que, según Monchi, ya se puede considerar una crisis.

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