Un defecto de otros tiempos

Sevilla FC

El Sevilla no cerraba la primera vuelta con tan pobres números en casa desde la era anterior a Emery.

Líder a domicilio y duodécimo como local, un llamativo contraste.

Una imagen del último entrenamiento celebrado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán abierto al público.
Una imagen del último entrenamiento celebrado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán abierto al público. / Antonio Pizarro

Dentro de lo tremendamente meritoria que se puede catalogar la primera vuelta firmada por el Sevilla de Julen Lopetegui, habiendo llegado al ecuador entre los cuatro primeros y con cierta distancia con el quinto clasificado (cuatro puntos), el rendimiento en los partidos en el Ramón Sánchez-Pizjuán ha dejado bastante que desear comparado con las últimas temporadas vividas en Nervión.

En concreto, el equipo blanco, que se ha agarrado a unos números espectaculares a domicilio, firma sus peores cifras similares como anfitrión a las de eras anteriores a Unai Emery, lo que le ha impedido aprovechar debidamente en la clasificación ese excelente nivel lejos de su estadio que lo ha convertido en el mejor visitante de la Liga con seis triunfos y 20 puntos sumados.

Y es que si en una hipotética clasificación en la que se contabilizaran sólo los partidos jugados como visitante sería líder con un punto por encima precisamente de su próximo rival, el Real Madrid, en otra tabla en la que los equipos se ordenaran por los puntos sumados en su estadio, el Sevilla estaría en la posición duodécima.

El Sevilla ha sumado sólo 15 puntos de 27 disputados al calor de su público, cuatro victorias (sobre Real Sociedad, Levante, Getafe y Leganés), tres empates (Celta, Atlético y Athletic) y dos derrotas (Real Madrid y Villarreal), una cifra que se equipara a las últimas en las que el equipo blanco se quedó fuera de Europa.

Habría que remontarse a la temporada 2011-12, con Marcelino en el banquillo, para encontrar unos números tan pobres en el Sánchez-Pizjuán como los que ha firmado Lopetegui en la primera vuelta. Aunque entonces sumaba dos puntos más, 17, también es cierto que con diez partidos en vez de con nueve como esta campaña. El Sevilla era noveno en el ecuador de la Liga. La siguiente, la que comenzó Míchel, también puede compararse a la actual en cuanto a números como anfitrión. Igual número de partidos disputados, nueve, y un punto más de los que actualmente totaliza, 16. Eso sí, con el entrenador madrileño sólo había ganado un partido fuera y ocupaba la duodécima posición en la tabla, de ahí que fuera destituido en enero y reemplazado por Unai Emery.

Todo lo demás hasta la pasada campaña son números mucho más positivos de los sevillistas al calor de su público. Con Emery sumó 17, 24 y 24, respectivamente, en cada una de sus campañas al frente del Sevilla, coincidiendo claramente su llegada con un salto substancial en el rendimiento general y en los resultados totales. Volvió el Sevilla de los títulos y sus buenas clasificaciones ligueras se basaron en convertir el coliseo nervionense en un fortín, ya que a domicilio no fueron precisamente unos buenos años. De hecho, el Sevilla se llevó más de un año sin ganar fuera.

Una vez acabada la era Emery, Sampaoli tambien mantuvo los excelentes números en Nervión del de Fuenterrabía y el Sevilla cerró la primera vuelta en la Liga 2016-17 con 24 puntos en 9 partidos, con 8 triunfos y una derrota.

Incluso Eduardo Berizzo, pese a que fue destituido al final de diciembre, superó con creces los 15 puntos en casa de Lopetegui con 20 unidades en los mismos compromisos. Lógicamente, no podía decirse lo mismo del rendimiento de su Sevilla en los desplazamientos, de ahí que cerrara la primera vuelta sexto y siendo suplido por Montella tras el parón de Navidad.

Y algo parecido le ocurrió a Pablo Machín, que calcó los 20 puntos de Berizzo (seis victorias, dos empates y una derrota), si bien todo fue de más a menos y las sensaciones después cambiarían. No obstante, el Sevilla del soriano cerró la primera vuelta tercero, algo que no ha podido conseguir el de Lopetegui por su último empate.

Está claro que el desequilibrio está en casa porque las estadísticas actuales se equiparan con el único ejercicio, de los 16 de los que presumen los gestores del club de clasificación europea, en el que el Sevilla no obtuvo billete europeo.

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