Extraordinario triunfo del Sevilla Atlético sobre el Barcelona B. Extraordinario por lo que significa, un paso de gigante en pro de la salvación, y por cómo lo logró el filial, con juego, verticalidad y goles primero y con oficio, capacidad de sufrimiento y seriedad táctica luego, desde la expulsión de José Ángel en el minuto 57 por doble amarilla, que llegó poco después de la lesión de Luismi Cruz, uno de sus jugadores más determinantes.

El equipo de Alejandro Acejo dio una lección de madurez ante el filial que dirige Sergi Barjuán. Desbridado de inicio, con una salida en tromba, eléctrica, vertical y sin miedo a mandar en su propio destino, el Sevilla Atlético se puso con un claro 2-0 en la primera mitad. Y luego supo aguantar las acometidas de un equipo azulgrana que aún quería apurar sus opciones de acercarse a la zona de play off de ascenso.

Fue Isaac el que abrió el marcador con un golazo en el minuto 27. Tras una vertical salida de Lulo apoyándose en Luismi Cruz, Isaac se ofreció por el lado derecho, se perfiló hacia dentro y soltó un zurdazo ajustado al palo al que no pudo llegar el meta Arnau Tenas.

El portero azulgrana ya había sido protagonista con varias paradas en la salida en tromba del filial, que tenía muy claro que si quería sumar debía ir con todo a por el rival. El propio Isaac ya gozó de la primera ocasión en en el minuto 3, con un tiro cruzado, dando el pistoletazo al vendaval sevillista.

En el primer cuarto de hora se sucedieron las llegadas peligrosas. Arnau Tenas le hizo un paradón a Nacho Quintana, que casi cuela un pase de Juan María en el minuto 7. En el 9, nueva parada a un cabezazo de Isaac. En el 10 fue Juan María el que disparó cruzado a pase de Isaac. En el 13, Capi recogió el rechace de otro intento de Isaac y se fue junto al palo. Y en el 14 probó suerte Lulo tras otro ataque continuado que resolvió Arnau Tenas con otra gran parada.

El filial azulgrana se sacudió algo ese dominio abrumador a raíz de un error en la cesión de Javi Díaz, que lo animó a irse arriba. El partido, de ritmo vertiginoso, entró en una ida y vuelta que agradeció el equipo sevillista, que ya llegó con más claridad para hacer los dos tantos que a la postre serían decisivos. Jutglá desperdició la primera de sus claras ocasiones, al disparar fuera con todo a favor desde la derecha.

La réplica sería sevillista, con otra gran parada junto al palo de Arnau, a un rápido disparo de Isaac. No había receso alguno y llegó el primer tanto. Con el marcador a favor, el Sevilla Atlético no bajó el pistón, siguió presionando arriba y en otro rápido ataque, Valentino dio un gran pase al corazón del área y Nacho Quintana se adelantó a su par para colocar el balón en la red con el interior. Otro gran gol (35').

Sin embargo, quedaba mucho partido. Justo antes del descanso, José Ángel se metió en un lío absurdo con el recién salido Peque. Ambos vieron amarillas y esa jugada sería determinante para el giro del partido, porque en la reanudación, el el Barça B convencido de que tenía que alzar su voz, el central sevillista s vio oglibado a hacer una falta que le supuso la segunda amarilla (57'). La jugada llegó, además, justo después de la inoportuna lesión muscular de Luismi Cruz.

El partido se volcó hacia el área de Javi Díaz, que empezó a tener trabajo. Sobre todo porque Juanlu, que realizó un partido soberbio en sus conducciones y como referencia en la medular y el ataque, cabeceó centrado un enorme centro de Pablo Pérez, que reapareció después de tres meses (53'). Arnau detuvo y Nacho Quintana no llegó al rechace. El Sevilla Atlético pasó de poder matar el partido a sufrir por quedarse con uno menos.

Aun así, aún tendría la mejor ocasión para sellar ese gol de la tranquilidad en un robo adelantado de Juanlu, producto de la valentía de un filial que aun con uno menos siguió empujando a arreones al Barça B. Ante Arnau, el internacional juvenil de Montequinto optó por dársela a Isaac, quien remató casi a puerta vacía, pero forzado, y el portero la desvió in extremis (67').

El Barça B comenzó a poner cerco al área sevillista, donde la zaga se mantuvo firme casi todo el partido, aunque Jutglá tendría un par de claras ocasiones para recortar diferencias, sobre todo en un empalme desde el corazón del área al que respondió Javi Díaz (74'). La más clara sería de Rodado, quien remató fuera desde el punto de penalti un centro lateral con marchamo de gol.

El Sevilla Atlético sufría e intentaba sacudirse la presión, sobre todo con las conducciones de Juanlu, formidable en su despliegue físico, ya como único hombre en punta. Pero en esas llegó un córner que le daría más emoción al final. El central Ramos Mingo impuso su envergadura en el segundo palo y cabeceó junto al poste (88').

El árbitro dio cinco minutos de alargue que serían seis por una falta a Javi Díaz. Y Pero el filial aguantó como gato panza arriba, con entereza, sabiendo jugar cada una de sus bazas, y amarró con fuerza un triunfo que lo aleja cuatro puntos de la zona de descenso con dos jornadas por delante. El milagro de la salvación está más cerca, aunque aún debe certificarlo el formidable equipo de Alejandro Acejo.