Sevilla FC - Atlético Madrid

Vaclik vs. Oblak: la temeridad de categorizar en fútbol

  • El portero del Sevilla recupera el disfraz de héroe, tal y como esperaba Monchi, con un doble paradón a Diego Costa y a Koke en el penalti que pitó el VAR

  • Oblak no recitó su habitual venganza de su derrota con el Benfica en Turín

Vaclik, en el momento de despejar el disparo de Diego Costa desde el punto de penalti.

Vaclik, en el momento de despejar el disparo de Diego Costa desde el punto de penalti. / Antonio Pizarro

El año pasado, Tomas Vaclik estrenó el otoño convirtiéndose en héroe del sevillismo, tras su papel en el triunfo sobre el Real Madrid. Acababa de aterrizar en Nervión y, tras un accidente doméstico de su hija que lo tuvo la noche en el hospital, pudo jugar y fue decisivo en un mano a mano con Bale que terminó de decantar el partido para el Sevilla. Un año después, inicia noviembre revestido de héroe. Fue clave para frenar al Atlético, también porque tuvo de fidelísimo escudero a un agigantado Koundé.

Una de las consecuencias de ver tantísimos partidos de fútbol, de tantísimas competiciones y todas televisadas, es que el aficionado se cansa demasiado pronto de ver las mismas caras. En la sociedad actual de reciclaje continuo, revisión constante de tecnologías digitales, actualizaciones de aplicaciones y consumo compulsivo muchas veces los futbolistas también sufren el síndrome del usar y tirar. Como los móviles, salen de fábrica con fecha de caducidad. Y Vaclik empezaba a sufrir ese sambenito de que su cara, rectangular y perfilada de forma geométrica por su dibujada barba, ya no produzca en el hincha la misma sensación que en sus iniciales paradas salvadoras.

Como dijo Monchi hace poco, el guardameta de Ostrava (29-03-1989) necesitaba un partido en el que salvara los puntos. Una heroicidad. Porque estaba siendo señalado tras las abultadas y frustrantes derrotas del Sevilla en Ipurúa y el Camp Nou.

El internacional checo podrá seguir teniendo un halo de duda a su alrededor entre los más escépticos ¿Por qué tardó en reaccionar mientras Koundé retenía el balón en la raya? Pero el penalti detenido a Diego Costa, tras la intercesión rigorista del VAR para que González González pitase la pena máxima, puede haber virado el rumbo del meta como pudo virar el rumbo del partido. Porque Vaclik salvó el disparo de Diego Costa con un paradón y luego sacó el envenenadísimo rechace de Koke.

Koundé ejerce de portero sobre la raya ante Morata y Vaclik, que reacciona para coger el balón. Koundé ejerce de portero sobre la raya ante Morata y Vaclik, que reacciona para coger el balón.

Koundé ejerce de portero sobre la raya ante Morata y Vaclik, que reacciona para coger el balón. / Antonio Pizarro

Ahí cambió el partido. El Sevilla se sacudió el acoso de un Atlético que se rebeló en la segunda mitad tras encajar un gol en la primera parte que retrató a Oblak, uno de los mejores del mundo. El portero esloveno (07-01-1993) es cuatro años más joven que su homólogo sevillista y casi siempre ha realizado grandes encuentros frente al rival que le birló la gloria cierta noche en Turín, 14 de mayo de 2014, cuando apenas tenía 21 años.

Desde aquella afrenta blanca sobre el Benfica en la Europa League, Oblak parecía recitar su venganza cada vez que se enfrentaba al Sevilla. La última victoria sevillista sobre el Atlético, en la Copa, fue con Moyà de titular y Oblak en el banquillo...

Pero en esta ocasión, salvo alguna parada aislada, apenas tuvo protagonismo el esloveno. Estuvo bien defendido por esa enorme pareja de centrales que forman Mario Hermoso y Felipe y además tampoco estuvieron muy afinados los atacantes sevillistas. De Jong, sobre todo De Jong, Joan Jordán y Reguilón tuvieron las ocasiones más claras, ambas de cabeza, cuando el Sevilla reaccionó al empellón del Atlético del inicio de la segunda parte. Cómo se le fue el remate fuera a De Jong...

Vaclik salvó un punto y Oblak se salvó de encajar algún gol postrero por demérito de los atacantes sevillistas. El VAR hizo de la suyas y el duelo táctico entre Lopetegui, experimental por la baja de Fernando y por el potencial del rival, y Simeone fue precioso. Y Vaclik, escoltado por un gigante Koundé, salió ganador ante Oblak... quién lo hubiese dicho.

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