En la alta competición los pequeños detalles hacen caer la balanza para un lado u otro y esos pequeños detalles suelen decidir a favor del equipo que tiene más confianza. En este sentido, el Slavia de Praga aterrizará hoy en Sevilla henchido de moral por la casi inmaculada trayectoria que arrastra en los últimos diez partidos oficiales, entre la Fortuna Liga, que lidera con firmeza pese a la fuerte oposición del Viktoria Plzen, y la Liga Europa. La única derrota de este tramo, entre diciembre, febrero y marzo, fue precisamente ante el Viktoria (2-0).

El equipo de Jindrich Trpisovsky, tras el parón de invierno, comenzó algo dubitativo en febrero. Empató en Genk (0-0), en la ida de los dieciseisavos de final de la Europa League tras retomar la liga checa con un cómodo triunfo sobre el Teplice. Y perdió con el Viktoria. Pero rápidamente reaccionó con una goleada en Bélgica, 1-4 al Genk, donde empezó perdiendo, para meterse en el bombo de los octavos de final. Y luego goleó al Slovacko y al Bohemians como inmediatos antecedentes a la visita al Ramón Sánchez-Pizjuán.

Antes del parón invernal, el líder checo encadenó cuatro victorias, tres en su liga y otra, crucial, ante el Zenit (2-0) que le dio el pase a las eliminatorias de UEFA, desde su anterior derrota, en Burdeos ante el Girondins (2-0).

Contrasta esta racha victoriosa con la crisis que está viviendo el Sevilla, quien se ha agarrado a Europa, con aquella cómoda eliminatoria ante la Lazio, como flotador para la confianza en medio de una racha paupérrima.

Los futbolistas del Sevilla y Joaquín Caparrós han hablado públicamente de confianza, en medio de esta crisis de juego y resultados. En teoría, el Slavia es un rival inferior y cualquier equipo de la Liga española opondría más resistencia.

Pero los checos están bien trabajados, son un equipo físico y bien plantado que además cuenta con un buen juego de estrategia gracias a su poderío aéreo y tiene en Stoch, su extremo izquierdo a pierna cambiada, un estilete goleador que puede sorprender en rápidas transiciones. Y los medios Husbauer y Soucek también están viendo puerta. Puede parecer sencillo, el Slavia es un equipo con mimbres que llega en el polo opuesto de la confianza que el Sevilla a esta cita trascendental. Y la confianza es clave para los pequeños detalles que suelen decantar la balanza en la alta competición.