Poco a poco, el Sevilla va asimilando las nuevas prácticas de ese protocolo que LaLiga, siguiendo normas consensuadas con el Consejo Superior de Deportes bajo las directrices del Ministerio de Sanidad, ha implantado para la preparación de la competición. La plantilla dirigida por Julen Lopetegui comenzó en la mañana de este lunes la denominada fase 3, los entrenamientos grupales que permiten hasta diez jugadores en cada campo de entrenamiento. Las medidas de seguridad higiénica y distancia social siguen en vigor.

Es decir, los futbolistas llegan de forma escalonada en sus vehículos particulares, aún no pueden hacer uso común del vestuario y deben ducharse en sus casas y prima el distanciamiento social y la constante higiene de elementos comunes, desde objetos de utillería hasta el balón. Pero se puede decir que con esta nueva fase el equipo sevillista, como el resto de equipos, va acercándose a algo más parecido al fútbol, con matices.

De entrada, Lopetegui ya pudo dirigirse a grupos completos de futbolistas, siempre con el máximo de diez por campo de entrenamiento y manteniendo una distancia de dos metros entre personas. Esa distancia, que en los entrenamientos individuales de la fase 2 se amplió a cuatro metros, ya se ve reducida, hasta el punto de que en los rondos que realizaron los futbolistas, que ya se pueden pasar el balón entre ellos, sí hubo acercamientos cercanos: en los vídeos que el club y LaLiga pone a disposición de la prensa, que tiene vedada la entrada a los recintos deportivos por seguridad sanitaria, ya se pueden ver duelos e incluso algún tackle a ras de suelo en esos rondos de calentamiento. Había dudas sobre la prescripción de los duelos y las entradas a ras de suelo para evitar contactos entre jugadores en esta fase.

Además, el cuerpo técnico ya pudo preparar una sesión táctico-técnica con movimientos estratégicos por líneas, ejercicios dinámicos con balón con muñecos de referencia para volver a ensayar automatismos colectivos, un gran avance respecto a la fase 2.

Aun así, Lopetegui, que forma parte de la Comisión Técnica de la Federación Española como delegado de los entrenadores, está muy al tanto de las directrices internas, más allá de la letra grande del protocolo. Y se quejó de que esta fase 3 tuviera el mismo tiempo que la fase 4, en la que ya podrá dirigir a todo el equipo en el mismo campo. Tiene su lógica viendo los entrenamientos esa protesta, dado que si 10 futbolistas pueden participar en rondos y acercarse, unos a otros en ellos, con presión y duelos cercanos, ¿por qué no adelantar algo la fase en la que todos pueden estar en el mismo campo? Claro que ahí manda el CSD y las directrices que emanan de Sanidad.

Al técnico del Sevilla le preocupa especialmente tener poco tiempo para preparar, después de dos meses de confinamiento, el doble que las vacaciones habituales de verano, a su equipo en esta especie de pretemporada. En teoría, las dos próximas semanas serán para la fase 3, y las dos siguientes serían para la fase 4. Quizá escaso margen si el fútbol de competición comienza, como ha solicitado Javier Tebas, el fin de semana que va del 12 al 14 de junio, para el que queda ya menos de un mes.

Es decir, que si las fases se adaptan a un cronograma semanal, tendría dos semanas o menos de preparación grupal, dependiendo del reparto de horarios y días de esa vuelta de la Liga prevista para la segunda semana de junio en el mejor de los casos. Eso sí, si se retrasara una semana más, serían ya casi 21 días de entrenamientos colectivos, algo más acorde a lo que solicitó Lopetegui en su queja del reparto de las fases. Puede haber variaciones sobre la marcha del protocolo. Por ejemplo, el protocolo prescribía la fase 3 sólo para ocho y la hora de ponerse en práctica han sido 10.