Sevilla-Mallorca | La previa

La ilusión frente a la necesidad

Munir, Franco Vázquez, Ocampos, Banega y, de espaldas, Gudelj, en un rondo de entrenamiento.

Munir, Franco Vázquez, Ocampos, Banega y, de espaldas, Gudelj, en un rondo de entrenamiento. / LaLiga

Es la ley del fútbol. Como cada final de Liga, aparecen los temidos y emocionantes partidos a vida o muerte, en aquellos equipos que aún tienen mucho en juego. Son los casos de Sevilla y Mallorca, que se las ven en la cálida noche hispalense. Ahí surgen los contrastes entre los que juegan con la ilusión de un gran premio y los que lo hacen bajo la presión de la permanencia. Y ahí se revela también el dilema sobre si pesa más la motivación del laurel que el de la supervivencia. Ley de vida.

Al Sevilla le bastarían cuatro de los nueve puntos en juego para amarrar la clasificación para la próxima Liga de Campeones. Ahí se mezclan en Nervión la motivación del laurel con la de la supervivencia económica, aunque el propio club siempre presume de la holgura que le ha dado ese colchón de tantos años de bonanza y cautelosa gestión administrativa. Pero los tiempos han cambiado, en muchos sentidos.

Cuadro de probables onces. Cuadro de probables onces.

Cuadro de probables onces.

Desde luego, el trabajo realizado por Monchi y Lopetegui merece el laurel de la Champions, aún con lunares en ambos casos –la ausencia de un delantero goleador en el primero, el excesivo conservadurismo con el marcador a favor del segundo–. Pero para coronar a los gestores de este Sevilla con la laureada lo último que hay que hacer son cuentas. Y así lo advirtió Lopetegui, un hombre que siempre respeta el fútbol y los rivales que tiene enfrente por encima de resultados, alcurnias o trayectorias.

Al Mallorca las cuentas no le saldrían si no sigue sumando puntos, con lo que Vicente Moreno, a diferencia de Lopetegui, no tiene por qué convencer a sus futbolistas de que no se pueden hacer números: tienen en juego la supervivencia en la categoría. Cuenta el equipo bermellón con la hipermotivación de haberse colocado a tres puntos del equipo que marca la línea de flotación en Primera, el Alavés, tras sus triunfos ante Celta y Levante, dos partidos en los que realizó un gran despliegue ofensivo, una de las claves que dio Lopetegui sobre el rival que tendrá enfrente el Sevilla esta cálida noche.

El técnico sevillista debe seguir con las rotaciones que le permite su escueta plantilla. Y las características del rival lo pueden ayudar a orientarse en la selección de los hombres que se vistan hoy de blanco ante los bermellones. En este sentido, no sería extraño que Escudero volviera al lateral izquierdo para contrarrestar el buen momento de Kubo, cuyo rendimiento en la derecha ha convencido al Madrid de repescarlo tras su cesión. Está en un buen momento el japonés y junto a Cucho Hernández y Budimir (12 goles en la Liga) puede dar más de un susto a la bien pertrechada defensa sevillista si ésta no anda con ojo durante los noventa y tantos minutos del partido.

En el centro del campo también podría haber algún cambio, después del esfuerzo enorme en San Mamés. Ya ha advertido Lopetegui de que hay futbolistas con molestias, que no quiso revelar, y Banega podría esperar turno en el banquillo (ahora grada) para salir cuando el partido esté avanzado o maduro, dado que su despliegue ante el Athletic fue gigantesco. Joan Jordán se está revelando como una pieza importante en la presión y la continuidad del juego en la medular y parece que Óliver Torres se siente más suelto cuando no tiene la altísima referencia de Banega a su lado. Por ahí puede haber otro cambio, pues de esos tres futbolistas debe elegir los dos que acompañen a Fernando, que descansó en Bilbao.

Ya advirtió Lopetegui que en el último sprint en pos de la Champions son tres los partidos en ocho días y eso lo tendrá en mente a la hora de valorar "las sensaciones", las molestias y las características del rival. Sí parece oportuno que Munir vuelva a la izquierda y que descanse Suso, así como que De Jong vuelva a ser la referencia ante el fallido relevo de En-Nesyri en sus últimas comparecencias.

Y la duda será el estado de Ocampos, el máximo goleador del Sevilla que no tiene relevo y que ha jugado todos los partidos desde el reinicio liguero, lleva cuatro consecutivos sin ser cambiado y sólo descansó medio tiempo en Villarreal, cuando el titular fue Rony Lopes. A buen seguro estará. Queda una semana larga y el premio es enorme.

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