Sevilla FC

El aliento de Nervión y la reflexión interna contra el caos

Sampaoli atiende a José María del Nido Carrasco y Monchi en la ciudad deportiva.

Sampaoli atiende a José María del Nido Carrasco y Monchi en la ciudad deportiva. / Juan Carlos Muñoz

Llega una de las semanas más duras e inciertas que se recuerdan en el seno del Sevilla Fútbol Club, no ya en el equipo, sino en la entidad, la sociedad, su entorno y su afición. El caos y la desorganización de los que tanto abominó Jorge Sampaoli en la previa del partido ante el Atlético cobraron toda su dimensión en un partido nefasto desde el punto de vista táctico, o sea, organizativo, y también en el plano individual, en un reflejo de cómo lo colectivo está afectando al rendimiento de cada uno de los profesionales que defienden en estos momentos la camiseta y el escudo del Sevilla.

Ciertas declaraciones de algún futbolista, presa de la rabia y la impotencia con las pulsaciones todavía por las nubes, ampliaron la desazón hasta después del pitido final. El penalti fallado por Rakitic –aunque el tiro al poste siempre tiene un matiz de infortunio–, la injusta expulsión de Pape Gueye, quizá el futbolista que mejor rendimiento estaba dando en la deshecha medular, y el discurso casi ininteligible del técnico tras el partido ampliaron esa sensación de caos.

De nuevo al filo del abismo

Lejos queda esa otra sensación de que Sampaoli estaba enderezando, al menos en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el rumbo perdido del equipo, con cinco victorias en el inicio de 2023 que parecieron alejar los fantasmas del descenso. Pero las dos últimas jornadas ligueras han puesto de nuevo al equipo, y cuando ya sólo faltan 14 jornadas, al borde del abismo. Encima, el juez de lo Mercantil tiene en su mano el futuro inmediato de la sociedad anónima deportiva.

La espada de Damocles de que irrumpa, tal y como ha solicitado José María del Nido, un administrador judicial hasta que una Junta Extraordinaria elija un nuevo consejo añade más caos organizativo porque en el caso de que acceda a esas medidas cautelares, esa figura jurídica se centrará en atender a lo que se le demanda: revisar y poner orden en lo societario. Es decir, que no va a huir hacia delante con decisiones deportivas como, llegado el caso si los resultados siguen siendo nefastos, una destitución del entrenador, algo que ya empieza a sonar con fuerza vista la pérdida de papeles de Sampaoli, que logra justo lo contrario que predica. Quería huir del caos y consiguió justo lo contario.

Cuadra Fernández, con gesto airado, expulsa a Pape Gueye ante Saúl y Acuña. Cuadra Fernández, con gesto airado, expulsa a Pape Gueye ante Saúl y Acuña.

Cuadra Fernández, con gesto airado, expulsa a Pape Gueye ante Saúl y Acuña. / Kiko Huesca / Efe

¿Destitución? Mejor reflexión interna

¿Organización con Joan Jordán de central, de ese híbrido entre defensa y mediocampista en cuyas transiciones se produjo el agujero por el medio que aprovecharon Griezmann y Memphis para diseccionar al Sevilla? Porque una de los aspectos achacables directamente al entrenador es su empecinamiento en esa disposición defensiva de tres centrales cuando no tiene piezas para ello. Si Nianzou es el único central disponible y Gudelj el único futbolista polivalente hecho durante los últimos años a jugar de central, ¿por qué no varía el técnico hacia un más académico y posiblemente seguro 4-3-3, con línea defensiva de cuatro?

En este contexto no se sabe cómo va a reaccionar el comité de dirección del Sevilla, es decir, cómo tienen pensado capear el temporal José Castro y José María del Nido Carrasco junto con Monchi, para frenar la caída libre en la que se ve inmerso de nuevo el equipo. Y, según avanzaba ayer Muchodeporte, ya están sopesando la posibilidad de la destitución de Sampaoli, algo que podría cortocircuitarse si los juzgados imponen a un administrador judicial para poner orden. Y además supondría otro desastre económico... Mejor la reflexión interna y arropar al técnico, intentando que abandone su obcecación táctica.

Al amparo del sevillismo

Así, el sevillismo se puede erigir en protagonista principal o en el juez de todo en los dos partidos que debe afrontar el equipo esta semana, el jueves en la ida de los octavos de final de la Liga Europa ante el Fenerbahçe, y el domingo ante el Almería, un partido éste que se ha convertido en una finalísima entre el decimoséptimo, o sea, el Sevilla, y el decimoctavo y primer equipo en descenso, el Almería.

Para más inri, Sampaoli, si es que no hay una decisión drástica impelida visceralmente por todas estas circunstancias tan adversas, apenas tiene efectivos para repartir esfuerzos entre los dos partidos clave ante el sevillismo, único ente que en estos momentos puede apelar de veras a la unidad que tanto se solicita en los momentos de desconcierto absoluto. Así, Nervión se aparece como juez y parte y también como último asidero para insuflar aliento y ánimo a un grupo muy tocado por verse de nuevo en una situación tan dramática. Es el momento de los valientes y también de que el sevillismo se exprese unido, ante tanto caos.

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