El sprint final del Sevilla en la rectificación de su plantilla tiene otro impulso con la intensificación de las negociaciones para la repatriación de Bryan Gil, que puede convertirse en breve en el cuarto fichaje, tras los de Loïc Badé, Ocampos y Pape Gueye, una vez que éste pase el reconocimiento médico.

Jorge Sampaoli había pedido algún otro futbolista con desborde y capacidad ofensiva e incluso reconoció antes del partido ante el Elche que tenía su aprobación. Llegará cedido hasta final de la temporada por el Tottenham Hotspur, su club propietario.

"Bryan Gil sí entra en el perfil", dijo con rotundidad el argentino. Ya lo quería yo en el Marsella y lo llamé personalmente el año pasado. Lo conocía porque lo tuve de sparring (sic, quizá en partidillos frente a equipos de categorías inferiores) en mi etapa anterior aquí. Es un jugador que nos daría cosas por la banda", afirmó Sampaoli.

El Sevilla había intensificado los contactos durante este fin de semana para fichar a algún futbolista de ese perfil que quería el de Casilda: otro jugador que aportase desde el juego exterior. Incluso hizo un intento por Denis Suárez, un jugador de corte distinto al joven barbateño, que sí es más regateador y centrador que el gallego.

Las negociaciones están muy próximas a llegar a buen puerto, con lo que Sampaoli ganaría, ahora sí, un jugador específico para la banda izquierda, que está claramente coja respecto a la cantidad de futbolistas que pueden actuar en la derecha: Suso, Lamela, Ocampos en su mejor versión...

De aquí al martes Monchi y su departamento de fútbol tienen bastante tarea, así como el comité de dirección, que deben decidir cómo repartir los huecos en la nómina de fichajes. Por ejemplo, con Bryan Gil, más Pape Gueye, que ha llegado por Delaney, a punto de ir cedido al Hoffenheim, ya no habría hueco entre los 25 del primer equipo en la Liga para otro central, habiendo una negociación abierta para fichar al central Gattoni, del San Lorenzo de Almagro.