El Sevilla se reconstruye bajo presión

El Sevilla, exclusivamente los que se encierran dentro del vestuario, dio otro paso en la construcción del equipo y no es poco mérito hacerlo en el estado de histeria en el que han convertido la entidad entre todos y con un rival como el que había enfrente. Pero, tras la reacción en Cornellà, y crecer en el plano defensivo (que urgía arreglar) en Dinamarca, dio otro paso más en Valencia, donde sumó su tercer partido sin perder y donde no ganó por una descoordinación puntual en el centro del campo, donde Lopetegui se decidió a estrenar un movimiento que ya tenía pensado desde la confección de la plantilla: ayudar con Nianzou, el único futbolista con piernas para compensar el déficit de físico en esa zona cuando el cuerpo de Fernando dijo “hasta aquí llegué”.

Defensa

El Sevilla, para compensar en número el esquema del Villarreal con dos puntas, varió su estructura en fase defensiva fijando pares y replegando con zaga de cinco con Jesús Navas haciéndola rotar a la izquierda. Así, gracias a esa superioridad numérica, también facilitaba la salida de balón aunque después el palaciego se proyectara como falso extremo.

Por su parte, en inicio defensivo la puesta en escena fue, como viene siendo norma en esta campaña, muy fuerte. Recuperaciones muy arriba y ocasiones. En Almería, ante el Barça... no se metieron, pero en Cornellà y en el Ciutat de Valencia sí. El problema fue el paso de los minutos, la aparición de las molestias físicas y que el ritmo de los hombres del centro del campo fuera decayendo. Vuelven a hacer mucho daño las pérdidas a un equipo que sufre en las transiciones ataque-defensa y, cuando se fue Fernando, Nianzou no entendió que la defensa en esa zona hay que hacerla escalonada. Luego, Lopetegui corrigió con Gudelj por delante, aunque salieron otras vías de agua cuando Emery sacó piernas frescas con Yéremi Pino y Morales, como la impulsividad a veces de José Ángel, que, como en Copenhague con el rubio Kristiansen, daba opciones al enemigo de avanzar por ahí. Ésa y la de los problemas de Alex Telles, que estuvo a punto de arruinar la tarde en un par de acciones que costaron una falta y un penalti en el que se apareció la Virgen en forma de fuera de juego.

Ataque

Isco es la referencia y mientras el malagueño tenga fuerzas encaja a la perfección en el modelo de Lopetegui. El buen momento de Óliver también suma, aunque faltaba una pieza en la conexión con el punta. A Rafa Mir le costó hacer estirar al equipo, tanto en los momentos de bonanza como –más– cuando el equipo sufre y necesita estirar el cuello y ganar metros en los contraataques.

Virtudes

Sigue creciendo. No es fácil salir vivo de un partido en el que el Villarreal es local y el tercer duelo sin perder es una nueva transfusión de sangre a la moral de un grupo que estaba muy tocado.

Talón de Aquiles

Le cuesta convertir las ocasiones y eso es una rémora grave.