¿Qué es antinatural en el fútbol? El polémico penalti por manos de Cardoso
En busca de la seguridad del árbitro y su interpretación de la norma se ha creado un corpus reglamentario que atenta contra la interpretación de lo que es natural o accidental en un deporte de contacto y dinamismo
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Con intención que hay que entender buena pero que tiene el trasfondo dudoso de que todo sea más seguro, el fútbol ha caído en una deriva que lo ha llevado a la desnaturalización. El accidente se castiga como falta punible. Los futbolistas y los aficionados quedan anonadados por el constante manoseo de las normas por parte de los que rigen el fútbol y se dan casos grotescos. Aquí está el quid de la cuestión sobre el muy polémico penalti por manos de Cardoso en el Real Sociedad-Sevilla. La seguridad jurídica vino a salvar al fútbol y el VAR remató su esencia con su falsa seguridad jurídica.
El problema es que se han cargado la libertad de interpretación del árbitro. La norma tradicional ha evolucionado a un corpus jurídico que ya sólo se saben a pie juntillas los tecnócratas del fútbol. Porque es casi imposible seguir ya las actualizaciones que la FIFA realiza a través de la International Football Association Board (IFAB). Que una mano sea voluntaria o involuntaria ya no es prueba de cargo o de absolución a la hora de sancionar una acción. Ahora se habla de lo antinatural. ¿Pero qué es lo antinatural en el fútbol?
Todos los sesudos analistas de las polémicas de VAR dieron su opinión y dijeron que, claro que sí, era penalti clarísimo el pitado por Cordero Vega contra el Sevilla porque Cardoso levantó su mano a una posición antinatural. Que Cordero Vega lo bordó: al menos al interpretar a rajatabla la norma sobre las manos en el área porque el brazo estaba en posición antinatural. Pero ni así acertó según se explica más abajo.
"Tan antinatural que el de la Real tiene la mano en la misma posición", esgrimió con agudeza un tuitero que sí comprende que ambos jugadores elevan los brazos para equilibrarse al atacar un balón centrado impulsando su cuerpo y su pierna hacia la dirección del centro.
El fútbol se lo están cargando de tanto manosearlo en busca de la imposible seguridad jurídica. No todo se puede normativizar en un deporte que tienen en su esencia el dinamismo y el azar, lo accidental y la intencionalidad. Ni Cardoso ni Yangel Herrera tenían intención de tocar el balón con la mano. El centro paralelo hace que la pelota bote y que los dos jugadores ataquen el balón de forma que el impulso exige que el cuerpo se equilibre levantando el brazo. Como cuando uno dispara con fuerza. ¿También van a querer los tecnócratas que no se muevan los brazos de forma antinatural al realizar un disparo?
En este caso, además, la interpretación del árbitro queda en entredicho porque el atacante le mete medio cuerpo por detrás al defensor (¿no hay falta en ataque o no está desestabilizado el defensor?), el balón bota en el césped y parece rebotar en alguna parte del cuerpo antes de terminar dando en el brazo de Cardoso, que además está justo delante del cuerpo de Yangel Herrera y, por consiguiente, forma casi un mismo bloque, con lo que la influencia de esa mano queda minimizada. El balón rebotó en el conjunto de defensor y atacante accidentalmente y dónde cayera ya sería en todo caso fruto del azar, no de ninguna intención de evitar un gol o facilitarlo. Pero hay más...
La norma lo dice claro en la muy manoseada regla 12 sobre las infracciones y las manos en la actualización de la IFAB para la temporada 2025-26: Se considera infracción cuando un jugador "toque el balón con la mano o el brazo cuando la mano o el brazo se posicionen de manera antinatural y consigan que el cuerpo ocupe más espacio. Se considerará que un jugador ha conseguido que su cuerpo ocupe más espacio de manera antinatural cuando la posición de su mano o brazo no sea consecuencia del movimiento de su cuerpo en esa acción concreta o no se pueda justificar por dicho movimiento. Al colocar su mano o brazo en dicha posición, el jugador se arriesga a que el balón golpee esa parte de su cuerpo y esto suponga una infracción".
A los sesudos analistas en la red X se les olvidó ese matiz de que la posición antinatural no sea consecuencia del movimiento del cuerpo... Que por otra parte es una absoluta contradicción léxica y de fondo de la norma cuando dice que no será punible la mano extendida de forma antinatural en el caso de que sea "consecuencia del movimiento de su cuerpo en esa acción concreta". O sea: que mover las manos es antinatural... En fin. Que ni controlan la lógica del fútbol ni la del lenguaje ni la de la física en su afán de controlarlo todo.
Porque, claro, es más fácil y más seguro irse al encabezamiento de la norma sin ir a los matices (aunque estos sean ilógicos o antinaturales en esencia) que interpretar el fútbol porque además así el juicio arbitral es infalible. Y la infalibilidad es algo que sólo pertenece a los dioses... aunque si uno ha leído La Ilíada sabe que hasta los dioses se equivocan. Desde luego la infalibilidad no es humana. Es natural. Como el fútbol. Al menos el fútbol que conocimos, no este deporte desnaturalizado en pro de una falsa seguridad jurídica al que el VAR le dio la puntilla... cuando venía a arreglar las polémicas. Sí, enseguía.
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