Los 'biris', afectados por el cierre del estadio, estallan y acusan a Bartra y Natan de provocar

Biris Norte critica "el show dantesco" que ofreció Munuera Montero y califican la sanción de "atropello" y "disparate"

El Sevilla anuncia que agotará las vías de la justicia deportiva y ordinaria en sus recursos por las sanciones

Tifo de Biris Norte para el Sevilla FC - Real Betis Balompié
Tifo de Biris Norte para el Sevilla FC - Real Betis Balompié / Pablo Sánchez

La dirección de Biris Norte, el principal colectivo afectado por el cierre parcial durante tres partidos del Ramón Sánchez-Pizjuán al tratarse de la grada que quedará clausurada, la que ocupan en los partidos, la zona baja de Gol Norte, ha estallado con un comunicado en el que muestra su indignación y acusa a los futbolistas del Betis Bartra y Natan de provocar a los hinchas locales en la fase final del derbi del pasado domingo.

Los biris muestran su total repulsa a la decisión del Comité de Disciplina, que califican de "disparate" y denuncian que siempre "lo más sencillo" es sancionar cuando se trata de Sevilla. Además denuncia eñ "afán de protagonismo desmedido" del jiennense José Luis Munuera Montero, quien, según dicen, ofreción "un show dantesco".

"Vivimos un fútbol donde el aficionado se ha convertido en el enemigo de quienes lo gobiernan", expresa Biris Norte en su comunicado.

El comunicado completo es el siguiente:

"El Comité de Disciplina ha ordenado el cierre del Gol Norte durante tres partidos, además de imponer una multa de 45.000 euros al Sevilla. Un disparate más de un fútbol gobernado por auténticos dementes y vividores.

En primer lugar, queremos valorar los hechos, que no fueron otros que una provocación por parte de los jugadores del Betis, a lo que se respondió desde nuestra grada con el lanzamiento de algunas botellas vacías, ninguna de las cuales impacto en jugador alguno. A partir de ahí, el árbitro, con un afán de protagonismo desmedido, decidió transformar una situación que por sí sola habría quedado en un incidente puntual en un espectáculo lamentable, con la suspensión temporal del encuentro incluida. Hemos visto, incluso en esta misma temporada, episodios parecidos en otros estadios que no solo no han presenciado un show dantesco del colegiado, sino que tampoco han terminado con gradas clausuradas ni sanciones desorbitadas a los equipos involucrados. Y no decimos esto para pedir castigos a otros, sino para recalcar lo sencillo que resulta sancionar cuando se trata de Sevilla y lo complicado que parece hacerlo en otros lugares.

No vamos a señalar ni a quejarnos por la ausencia de sanciones ante los gestos de Natan y Bartra hacia la grada; esto es un derbi y, como tal, debe vivirse así por los futbolistas. Cuando ha sucedido a la inversa, los sevillistas hemos aplaudido a los nuestros. De hecho, si tenemos que reprochar algo, es precisamente a nuestros jugadores, ya que ninguno fue capaz de plantarse ante los centrales béticos. Hasta cinco canteranos sobre el césped y ni el mínimo respeto por el escudo que llevaban en el pecho. Se les debería caer la cara de vergüenza ante la falta de carácter y amor propio que reina en el vestuario actual. Pero, pese a todo esto, la respuesta de la grada no fue, ni de lejos, proporcional al castigo impuesto.

Vivimos en un fútbol donde el aficionado se ha convertido en el enemigo de quienes lo gobiernan. Donde todo pretenden resolverlo a base de prohibiciones, cada una más absurda que la anterior. Lo ocurrido el otro día se habría solucionado calmando el ambiente y continuando el partido, tal y como querían todos los jugadores sobre el terreno de juego. Ya está bien de intentar convertir el fútbol en una especie de obra teatral sin alma ni pasión.

A partir de aquí, pedimos al club que luche, tal y como ha anunciado, pero hasta las últimas instancias. No podemos permitir que utilicen nuestro estadio y nuestra grada como banco de pruebas. Clausurar tres partidos por esto es un atropello y un insulto, uno más, al club por parte de esos personajes que, desde Madrid y bien trajeados, castigan a su antojo a quienes no aceptamos acudir al futbol bajo sus ridículos estándares".

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