Un equipo malo al que encima lo confunden y que ahora juega al frontón
Cambio drástico al ataque directo con una grave descompensación por el medio que sólo corrigió Suso
Así jugaron los futbolistas del Sevilla ante el Alavés

Quizá es lo mejor, lo más adecuado... pero volvemos a lo mismo, deja en entredicho el criterio para la construcción del proyecto que se busca. El Sevilla encontró al técnico ideal para una reconstrucción con mono de trabajo, que además ganó una Europa League... y después de tres vueltas con intentos de entrenadores de distinto corte estamos en el mismo punto.
El Sevilla con Caparrós fue el que se esperaba, para qué nos vamos a engañar... De atraer al rival tocando con los centrales y el portero hemos pasado al juego directo sin anestesia. Y no está mal del todo, para empezar porque Nyland es uno de los mejores porteros con los pies (los dos), como se vio, por ejemplo, en el inicio de la jugada del gol de Peque, en el que el noruego acertó a saltar las líneas y conectar con Carmona.
Pero lo que se pone en duda es el criterio. El equipo es malo y encima lo confunden. El Sevilla ayer iba descaradamente al duelo individual, replegado en campo propio cuando el Alavés construía y que sólo trenzó algo de fútbol distinto a lo que es balón al área desde campo propio o desde la banda cuando Suso hizo aparición.
Defensa
Un inicio defensivo muy tibio. El Sevilla renunció a la presión arriba. Alineó a dos delanteros, sí, pero igual que ya lo hacía con García Pimienta. La direfencia –y notable– era la altura donde el equipo replegaba, muy atrás, en campo propio en toda la segunda parte, por ejemplo...
Además, pese a los intentos de mantener las líneas juntas, los dos pivotes, Agoumé y Gudelj, se hundieron muy pronto dejando un latifundio para el centro del campo del Alavés, que tenía superioridad numérica al estar el Sevilla muy partido en dos. Por una parte los seis defensores, y, ajeno a todo en el juego defensivo, el cuarteto que formaban Lukébakio, Ejuke, Peque e Isaac.
Ello hizo que el Alavés dominara pronto el juego y tampoco lo corrigió Caparrós cuando sacó a Saúl, porque Peque seguía en el campo y el Sevilla continuaba superado en número por el centro.
Ataque
El plan de ataque de salida era simple, casi cavernícola, además con un rival que casi era un espejo: desde atrás, balón largo a ganar la prolongación y la segunda jugada o la carrera de Lukébakio; en los extremos, centro y remate.
Sólo ofreció algo distinto la salida de Suso, un jugador que ayudó a tener el balón y que logró de un plumazo que el Alavés retrocediera y el juego empezara a circular algo más. No obstante, ni había ya frescura ni tampoco aparecieron automatismos por simples que fueran para generar situaciones de dos contra uno o tres contra dos ante la defensa del Alavés. Pocas veces ocurrió.
Virtudes
La intensidad en el duelo, el dominio de un juego más simple pero al mismo tiempo efectivo en muchas ocasiones.
Talón de Aquiles
El 4-4-2 partió al equipo en dos y al Alavés le fue fácil ganar el centro del campo para dominar.
Uno por uno
Nyland Atento en situaciones de media distancia y también en blocajes por alto. Y sobre todo, muy exprimido en la salida directa. En una de éstas, en su criterio para saltar líneas, llegó el gol de Peque.
Carmona Esa intuición que saca a menudo no la aprovecha en todas las situaciones del juego. Diarra lo superó muchas veces y no acaba de centrarse.
Badé El problema de siempre, que es lento de movimientos, digan lo que digan. Se le adelanta por bajo un delantero veterano cuyo fuerte es el juego áreo.
Ramón Martínez No es para cargar las tintas sobre él, pues tiene condiciones, pero aún le queda. Muy blando en los despejes. En el primero (8’) pudo acabar en gol de Guridi y el saque de banda del gol también llega por una indecisión a la hora de despejar.
Pedrosa Él y Ejuke están retratados en el gol del Alavés. Dejan sin marca a Jordán y a Carlos Vicente, yendo incluso los dos al mismo rival, el ex sevillista.
Lukébakio Tuvo la mejor ocasión y a un crack hay que exigirle que en situaciones así no falle. Ni en banda ni en punta fue el Lukébakio que el Sevilla espera rentabilizar.
Agoumé El mejor en la primera parte, con la dificultad de sostener el equipo con el latifundio que dejaban Peque, Ejuke y Lukébakio por deñante. Incluso metió un gran pase en el gol. No se entendió el cambio con la tarjeta que tenía Gudelj.
Gudelj Volvía al centro del campo y encima con poco apoyos. El equipo estaba muy partido en dos.
Ejuke Un futbolista que vive un partido paralelo. Le cuesta una enormidad entender el juego y prueba de ello es cómo perdió la concentración gravemente en el 1-1.
Peque Fue la sorpresa de Caparrós y marcó su primer gol en un remate muy meritorio, pero después fue un lastre que desequilibraba el bloque.
Isaac Sigue sin encontrarse. Tuvo una ocasión en un zurdazo en un córner, aunque no era fácil engancharla.
Saúl Es doloroso verlo. Debía aportar frescura pero lo hacía a ráfagas.
Suso Un delito haber desperdiciado su talento toda la temporada. Con él el equipo recuperó el control, pero tuvo esa gran ocasión...
Sow Energía y gran pase a Lukébakio.
Juanlu Falló en controles, pero enchufó el ataque más que Carmona.
Manu Bueno Casi testimonial.
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