Desde mi córner

Un desmesurado estado de inquietud

  • Teniendo como tiene tan a mano volver a la Champions es ilógico el cabreo del sevillismo

Aunque tenga un pie en la Champions y por mucho que viendo el panorama con frialdad creamos que tiene los dos, el bucle en que se ha sumido el Sevilla resulta preocupante. ¿Por qué un equipo que fue tanto tiempo a paso de oca ha aflojado? Hay quien le echa mucha culpa a la ausencia de Fernando, ese contrafuerte inigualable, pero el formidable stopper brasileño influye más en la resta que en la suma, conque no deben ir por ahí los tiros.

Y como era de esperar, el centro de la diana está en Julen Lopetegui. Llegan a culparle de haber abdicado de la Liga con tanta antelación, pero convendría ver la botella medio llena y no tan vacía como la ven algunos exigentes. Por cierto, en esto de las exigencias no estaría de más reparar en la idea de que se trata de un concepto que tapa muchos desconocimientos, quizás demasiados. Y es que lo que hizo el Sevilla en su momento fue una auténtica gesta.

Una gesta de la que se nutre cuando llegaron estas vacas tan flacas y que le permite ver que la Champions la tiene a mano por tercer año consecutivo. La desmesurada exigencia que llegaba a creer que el título liguero era posible ha originado un estado de frustración malsano. ¿Qué ha fallado para que campeone el Madrid y no el Sevilla? es una pregunta que entra de lleno en zona surrealista y cuestionar a Lopetegui, un más de lo mismo, una variante del mismo tema.

Sólo una anormalidad evitaría que el Sevilla no entrase una vez más en Champions y como las anormalidades surgen de vez en cuando en el universo fútbol, las inquietudes son legítimas, pero desmesuradas. Como desmesuradas son las exigencias y es que resulta habitual que cuando en fútbol se consiga algo, el listón baje y las pretensiones suban. Por tanto, el estado de cabreo generalizado no es bueno para la salud, mayormente para la mental.

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