Un empate con sabor a medias (1-1)

El Sevilla empató ante el Olympique de Marsella en un test serio de pretemporada, frente a un equipo de Champions. El resultado es lo de menos en estas fechas, pero sí dejó sensaciones distintas. En ataque Idumbo, Lukebakio y Akor Adams ilusiona al sevillismo y deja motivos para el optimismo. Sin embargo, en defensa siguen las dudas; ni Carmona de lateral derecho ni Gudelj de central convencieron. El Olympique hizo daño con los centros laterales, donde encontró premio, pero Sow respondió con un zapatazo que puso el 1-1. Matías Almeyda apostó por la cantera en la segunda parte, y el ritmo del encuentro decayó.

El encuentro arrancó con un Sevilla en bloque medio, esperando el error del rival. En la primera llegada con peligro, Idumbo se inventó un gran pase hacia Akor Adams, que intentó asistir atrás, aunque la acción fue invalidada por fuera de juego. Poco después, en una rápida transición sevillista, Lukebakio encaró a su marcador y puso un pase atrás que Sow no logró rematar bien, ya que el balón se le quedó atrás. Aun así, la jugada acabó teniendo su efecto más tarde.

El Marsella respondió con un centro desde la derecha de Greenwood, que se deshizo de Gabriel Suazo, y Højbjerg, llegando desde segunda línea, remató sin oposición. El disparo fue centrado y Nyland atrapó sin problemas. Carmona sufría en el lateral derecho, superado constantemente por Rowe y si el de hoy hubiera sido partido oficial, probablemente estaría en la caseta antes de llegar al ecuador de la primera mitad. El gol del Marsella, sin embargo, llegó desde la otra banda; centro de Murillo y Greenwood remató de cabeza completamente sólo a la espalda de Gudelj para batir a Nyland y abrir el marcador.

El conjunto francés creció a partir del gol y estuvo cerca de ampliar la ventaja con un remate de Gouiri que detuvo Nyland. El Sevilla, que estrenaba su tercera equipación de color negro, logró empatar. Kike Salas cambió de orientación con un gran pase hacia Lukebakio, que marcó bien los tiempos, se metió en el área y asistió atrás para Sow, que la mandó a la escuadra desde fuera del área para quitar las telearañas.

Aun así, el equipo dirigido por De Zerbi pudo haberse marchado al descanso por delante en un arreón final. Volvió a hacer daño por los costados, y Gouiri perdonó el segundo gol tras rematar sólo un centro de Murillo. En la última jugada de la primera mitad, Nyland tuvo que intervenir de nuevo para evitar el gol de cabeza de Højbjerg.

Poco que evaluar en la segunda mitad, ya que en la reanudación Almeyda cambió casi todo el once salvo Agoumé, Carmona y Nyland, pensando también en el partido del lunes en casa. En los primeros compases del segundo tiempo, la presión de Peque y una incomprensible salida de Rulli casi acaban en gol del Sevilla, pero los centrales del Marsella sacaron el balón bajo palos.

El ritmo bajó con un centro del campo del Sevilla lleno de canteranos, en el que Edu Altozano tuvo sus primeros minutos en esta pretemporada. Los cambios en el Marsella tampoco ayudaron a mantener la intensidad del primer tiempo. Aunque el conjunto francés dominó, apenas generó peligro, con un Ramón Martínez que se mostró sólido en defensa. Aubameyang volvió a vestirse de corto con el Marsella, lo que provocó un estallido de felicidad en el Vélodrome, mientras que Alberto Flores volvió a tener minutos en una declaración de intenciones de Almeyda de que sino llega nadie el canterano será el segundo portero esta temporada. La unidad B del Sevilla también cumplió ante un rival exigente.