"Por un error no hay que pedir perdón"

Nereo Champagne. Portero del Club deportivo leganés

Champagne, con su matera.
Champagne, con su matera. / Carlos Mateos / Efe
Carlos Mateos Gil (Efe)

Leganés, 06 de febrero 2018 - 02:34

Las mismas manos que sostienen los sueños del Leganés en la Copa del Rey son las que sujetan un mate después de entrenar bajo la nieve. Son las del meta argentino Nereo Champagne (Salto, 1985), uno de los nombres propios del equipo revelación del torneo.

-Hablan bien de usted hasta los porteros con los que se juega el puesto. ¿Tiene enemigos? -Seguro, los delanteros son mis enemigos (risas). Uno no le puede agradar a todo el mundo así que seguramente alguien no me querrá también.

-Todos destacan su capacidad de hacer grupo. ¿Es más importante que una parada clave? -Yo creo que sí, en definitiva es un deporte de conjunto. Si el grupo no está bien, por más que tú pares algo en el último minuto lo más probable es que ese objetivo grupal no se cumpla.

-Sus paradas están siendo decisivas en la Copa. Las de Lenglet y Mercado en Butarque, la de Benzema en el Bernabéu, cualquiera en Villarreal...

-Me quedo con la primera que le saco en Villarreal a Fornals, el mano a mano con cero a cero. Si hubiéramos arrancado perdiendo el primer tiempo se hubiera hecho muy cuesta arriba.

-¿Preferiría llevar la eliminatoria ante el Sevilla a la tanda de penaltis y ser protagonista o que la gloria fuese para otro?

-Si me dicen de llegar a la final empatando diez a diez, lo firmo. Firmo como sea llegar a la final.

-¿Se imagina verse las caras en la final con Messi? Ya ganaron juntos un Mundial sub 20.

-Hoy por hoy me imagino el partido del Sevilla y pasar ahí.

-¿Sufrió viendo el fallo de Sergio Rico en la ida pese a que les ayudó a empatar con el Sevilla?

-En ese momento no me di cuenta. Pero ver que a un colega le suceden cosas adversas duele porque uno está en el puesto y sabe lo que se siente, también me ha pasado. Y me va a seguir pasando. Tenemos que convivir con eso, levantar la cabeza y seguir.

-¿Entiende que pidiera disculpas en las redes sociales?

-Son situaciones muy personales y cada uno sabe lo que hace y por qué lo hace. Yo puedo hablar por mí y perdón no me parece que haya que pedir. Es un juego, hay errores, a veces se cometen y nadie lo hace queriendo. Entiendo que la gente, la prensa o el entorno exijan pero, para mí, perdón no hay que pedir.

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