¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Ussía, el último acto del “otro 27”
No se deben dejar correr tan alegremente los elogios exagerados. Almeyda, elevado a los altares por golear al Barcelona, perdió él solito su segundo partido en menos de un mes en el Sánchez-Pizjuán. Es un proyecto de buen entrenador, pero dejemos que recorra su camino.
Ante el Villarreal fueron las ansias de ganar con uno menos y la gestión de los cambios que llevó a Nianzou a dejar a sus compañeros antes de tiempo. En esta ocasión fue no saber manejar los tiempos de un partido en el que mandaba. En ambos casos coinciden también –por qué no– un aspecto que igual unas veces es un buen aliado para ganar y otras se vuelve en contra. Como buen seguidor de Bielsa, el entrenador del Sevilla tiene una fe ciega en el duelo individual, y eso a menudo descoloca las piezas, sobre todo si el rival sabe mover los muñecos con inteligencia y convertirlo en la apertura de pasillos. Y el resultado es que un equipo que se basa en el duelo individual cayó víctima del error individual. Hasta tres. El fútbol es un colectivo y eso se encarga de recordar Almeyda, pero debe ser un colectivo organizado.
No fue la lesión de Azpilicueta –o sí, pues se quedó sin su oficio–, quizá tampoco el seguir apostando por el sistema de dos centrales para sumar un hombre más en la medular...
El Mallorca fue creciendo en el partido a medida que un Sevilla que se emplea en esfuerzos titánicos se iba desgastando físicamente. Batista Mendy y Agoumé forman una pareja rocosa a la que se le pide un gran desarrollo de recorridos de ida y vuelta. El partido entró en una batalla de transiciones que Almeyda no supo frenar y tampoco encontró el argentino mimbres en el banquillo para dar descanso a alguno de los franceses. Se chuparon el partido entero y particularmente Agoumé sufría mucho en el segundo tiempo con las vueltas.
Aparte de eso, ahí sigue el tema de los seguimientos individuales. Arrasate supo desordenar las piezas y recogió los frutos del suelo. Muriqi sacaba de zona a Marcao cada vez que quería, Virgili le dio la tarde a Carmona y Joseph Mateo le hizo un lío a Suazo partiendo desde la banda para aparecer por los huecos que abría Muriqi llevándose a Marcao de excursión. Todo tan antiguo como el momento en que se inventó el marcaje al hombre...
Hubo momentos buenos en el arranque, pero a impulsos, demasiado basados en las llegadas de Carmona o Juanlu. No fue capaz de desatar a Isaac.
El equipo lo pone todo.
Entre otros, saber jugar con el arbitraje. Ya en el gol de Vargas (aplicó la ley de la ventaja tras una falta) se vio que García Verdura dejaba jugar. Eso se entrena durante la semana no pitando en los partidillos la primera falta. Con eso obligas al futbolista a no pararse. En la pérduda de Januzaj lo hizo y así llegó el 1-2.
Vlachodimos Evitó un par de ocasiones claras, pero no pudo hacer nada en los goles.
Carmona Ahora mismo aporta mucho más en ataque que en defensa. Corriendo hacia delante es un ganador, hacia atrás, elige casi siempre mal. Clave en el gol por su pundonor y claridad del pase, pero Virgili le dio la tarde. Hizo algo raro en el 1-1: seguir a Virgili y dejar el pasillo a Muriqi.
Azpilicueta ¿Quizá el calor? ¿quizá un mal calentamiento...? Fue una pena.
Marcao Es un jugador de los que se dice que si no la da a la entrada la da a la salida... Cada tres partidos deja un error grave. No falla.
Suazo Se hizo un lío en la pérdida del 1-1, en el que lo rodearon tres.
Batista Mendy Mucha presencia física, pero fue notando el desgaste sin que Almeyda refrescara esa zona.
Agoumé Otro jugador al que le puede el paso de los minutos. Si está fresco con balón es coherente, pero esta forma de jugar desgasta mucho.
Juanlu Quizá debió seguir en el campo. Era de los que le veía más entero físicamente.
Sow Hace esa función de falso mediapunta que aporta músculo, pero se diluyó rápido.
Vargas El mejor del equipo sin tener un día extraordinario. Es brillante en el área y lo luce con goles y asistencias.
Isaac Nada que ver con el Isaac del día del Barcelona. Muy marcado siempre, peleado consigo mismo y tratando sin suerte de buscar espacios.
Ramón Martínez La movilidad de Muriqi lo inquietó aunque no fuese su par. Sacaba a Marcao de zona y ya no sabía dónde tapar.
Januzaj Entró fatal, como ante el Barça, perdiendo el balón del 1-2. Esta vez no fue a más.
Alexis Aportó poco esta vez.
Akor Adams Nada reseñable.
Ejuke Enredado como siempre.
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