Todo apunta a que Correa volverá a ser titular este sábado en Las Palmas. El argentino es uno de los miembros del once fijo de Vincenzo Montella, ese equipo que apenas ha variado en los partidos importantes desde que dio con él en la revolución del Wanda Metropolitano. Salvo en Ipurua, el napolitano ha apostado por su equipo base, con matices obligados -Pizarro por Banega ante el Girona- y Correa forma parte de su guardia de corps. El argentino vuelve curiosamente al escenario donde arrancó de verdad la temporada pasada. En el Estadio de Gran Canaria hizo el primero de sus cuatro goles en la Liga, torneo en el que este año aún no ha marcado.

Antes de aquel 12 de febrero de 2017 en el que el Sevilla de Sampaoli se impuso a Las Palmas de Quique Setién por 0-1, Correa despuntó de forma efímera en la ida copera en Formentera (3-5): hizo tres goles y dio otros dos. Pero luego cayó en la irregularidad. Sampaoli no le dio confianza de verdad hasta la segunda vuelta, a raíz de este partido. Y comenzó a crecer, hasta ahora. Terminó con 8 goles en 34 partidos en total.

Aquel día sustituyó a Ben Yedder (77') y tres minutos después marcó el gol del triunfo (80'), al recoger un balón de Sergio Rico que peinó Iborra, quien había salido un rato antes por N'Zonzi. Sampaoli le ganó a Setién a lo Emery... gracias a la potencia y la definición de Correa ante Javi Varas.

En esta ocasión, Nolito ya está a disposición de Montella y podría darle relevo al argentino, en vista de que necesita refrescar el equipo ante el calendario tan duro que hay en lontananza. Pero precisamente Correa es de los que más energía puede tener. Hasta ahora, el joven y talentoso mediapunta lleva seis goles en 26 citas: cinco en la Copa y otro en Liverpool. El 1-0 al Girona fue de Sarabia.