Los partidos pueden llegar a durar 103 minutos, como en el caso de este Sevilla-Granada y el hecho de disponer de cinco cambios puede ser decisivo para variar el rumbo de los acontecimientos con las aportaciones desde el banquillo. Lopetegui estuvo acertado con quienes ingresaron, no tanto con no poder fortalecer el eje central de los sevillistas.

Rafa Mir | Probablemente haya sido su mejor rato de sevillista

Resumen del Sevilla-Granada

Lopetegui había colocado por delante del cartagenero, su máximo goleador hasta el momento, a En-Nesyri y a Martial, algo que entra dentro de la lógica y que tampoco merece una crítica exagerada, pero el delantero protagonizó uno de sus mejores ratos como sevillista. Salió en la recta final, se inventó un gol de un disparo raso que después fue invalidado por una acción anterior, pues Escudero recuperó el balón y lo perdió. Y fue decisivo con su oportunismo tras el cabezazo de Rakitic.

Ocampos | Tuvo calidad para picarle la pelota a Maximiniano y marcar justo antes de irse

Ocampos evita con calidad la salida de Maximiano para marcar el 2-1.

Lopetegui tenía previsto realizar tres cambios para intentar romper ese uno a uno que seguía figurando en el marcador y uno de los elegidos para irse era Ocampos. Pero el argentino se encontró con un balón que le llegaba desde Tecatito, tuvo la calidad para picarle el balón a Maximiano para explotar de rabia antes de irse.

Martial | Hubo un rato en el que mejoró todo lo que le llegaba

Martial intenta controlar un balón ante la presión de Yan Eteki.

No es un ejemplo de fútbol de furia, está claro, pero sí tiene mucha calidad y hubo un rato durante el final del periodo, como segundo punta, en el que mejoraba absolutamente todo lo que le llegaba hasta él. Con calidad para saber dar pase entre líneas, ahí sí le hizo daño al Granada, pero Lopetegui quitó a En-Nesyri y lo cambió de sitio.

Papu Gómez | En la prolongación destapó el tarro de la calidad

Papu Gómez marca el definitivo 4-2 tras un pase de Óliver Torres.

Es un futbolista diferente, con una visión del juego en espacios reducidos que está al alcance de muy pocos. Reapareció en plena recta final y protagonizó un tiempo de prolongación después del empate del Granada sencillamente espectacular. Generó el 3-2 y anotó el 4-2 definitivo, aparte de jugarse a lo que él quería.