Sevilla FC

El hábito de las incógnitas

Acuña y Rakitic, en el último viaje del Sevilla, a Wolfsburgo.

Acuña y Rakitic, en el último viaje del Sevilla, a Wolfsburgo. / Antonio Pizarro

Vuelve la Liga tras un parón que se ha hecho largo por muchos motivos. El primero atiende a la frustración tan exacerbada, tando dentro del vestuario como en el entorno más externo, la afición y la prensa, que dejó la derrota en Los Cármenes. Aquella ya lejana primera derrota de la temporada llegó justo antes del receso por las selecciones y eso siempre resulta incómodo por la imposibilidad de la revancha inmediata y por el alargue de los debates y las críticas ante la falta de alimento futbolístico. El segundo es resultado directo de la nueva estructuración de las fechas de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial, el órdago de la Conmebol consentido por la FIFA, por no se sabe muy bien qué razón. Eso provoca que hasta hoy mismo Lopetegui no pueda saber con quién puede contar para el partido de Vigo.

Con los partidos de Real Madrid y Atlético suspendidos por esa razón, igual que lo fueron el Sevilla-Barcelona y el Villarreal-Alavés en el anterior parón, y mientras LaLiga alimenta así su guerra con la RFEF y la FIFA, anoche aterrizaron en la ciudad los tres argentinos que cobran de las arcas de Nervión: Acuña, Montiel y Papu Gómez. Y hoy tendrán una única sesión de entrenamiento junto a sus compañeros, después de estas dos largas semanas de concentración en Argentina y partidos en Sudamérica. "Llegan esta noche de viaje y el entrenamiento de mañana, el único que tienen, marcará un poco. Decidiremos cuál es la convocatoria y la alineación", comentó ayer el técnico guipuzcoano.

Justo tras el entrenamiento, Lopetegui debe apremiarse para decidir quién se sube al avión que a una hora temprana, las dos de la tarde, parte hacia Vigo para afrontar el partido contra el Celta de este domingo a las 16:15. Las apreturas de viajes y calendario se explican por sí mismas y demuestran de paso la locura en la que ha entrado el fútbol moderno. Porque cruzar el Atlántico, desde Buenos Aires hasta Madrid y venir a Sevilla, también cansa y esa fatiga afecta tanto mental como físicamente.

"Vamos a ver cómo llegan, no sólo Marcos (Acuña), sino todos, los que se entrenen mañana (este sábado) y los otros que también han tenido algún que otro problema", dijo Lopetegui en su comparecencia de ayer. El técnico sevillista quiso descentrar el foco de Acuña, después de que el futbolista se retirara por molestias en el Paraguay-Argentina, no jugara por precaución el Argentina-Uruguay y sí disputase completo el Argentina-Perú. Lionel Scaloni exprimió las opciones de Acuña y lo hizo jugar. Y ahora le pasa el testigo a Lopetegui para que gestione como mejor pueda las fatigas de sus futbolistas, en concreto de su titularísimo lateral izquierdo.

Y tampoco es que gusten a Scaloni las tres fechas: "Jugar una triple fecha es terrible, muy desgastante". "Hoy se notó un poco el tercer partido en tan pocos días", añadió el seleccionador argentino.

Lopetegui, no obstante, no lo pone como excusa. "Es el contexto con el que nos encontramos y debemos ser capaces de competir al margen. Es cierto que al margen de ellos (los argentinos) hay otros compañeros que han estado con sus selecciones, unos han venido en buenas condiciones, otros no tanto. Trataremos de buscar esa foto final para decidir con quién viajamos y con qué once saldrá". ¿Y podría estar en ese once En-Nesyri? Complicado, según sus palabras: "Estamos pendientes de su incorporación, pero todavía no ha podido entrenar con nosotros". Lo que sí tiene claro es que "los jugadores que no están bien no pueden estar en la partida". "Pero si no está uno estará otro, hay que confiar plenamente en los que van a estar. Máxima confianza siempre en el jugador que está y afrontar el contexto con la máxima naturalidad", dijo a modo de conclusión.

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