Una de las decisiones de Quique Sánchez Flores que más molestó a gran parte del sevillismo en el partido del domingo contra el Real Madrid fue que sacara a Januzaj dejando nuevamente en el banquillo a un refuerzo como Hannibal. El entrenador madrileño parece que no ve la hora en la que pueda darle la gran oportunidad al joven mediocampista ofensivo, al que fichó Víctor Orta como una gran apuesta, a la que accedió mediante la fórmula de la cesión con opción de compra. El partido del sábado, ante el cúmulo de bajas en la medular, puede ser la ocasión de su debut en Nervión.

El jugador francotunecino esperaba encontrar en el Sevilla el protagonismo que no tenía en el Manchester United, donde jugó una decena de partidos entre todas las competiciones en la primera parte de la temporada. Sin embargo apenas ha jugado unos 40 minutos repartidos en tres partidos, con una participación decreciente: la media hora final de la dura derrota en Gerona, donde salió al campo ya con 4-1 en el marcador, los 10 minutos finales en el triunfo de Vallecas y los instantes finales del empate en Mestalla.

Quique no le ha dado aún la oportunidad de jugar en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde hay muchas ganas de verlo, por encima de esas pequeñas cuestiones internas que ve el técnico en el día a día de la ciudad deportiva y que no terminan de gustarle de Hannibal.

Después de que lo dejara fuera de la convocatoria para el partido de Copa con el Atlético de Madrid, de forma extraña y por un desencuentro con Mariano en el entrenamiento previo, Quique tuvo que explicar ante la prensa el porqué de su decisión. “Le vamos a dar el espacio necesario para que entienda dónde está, que está en el Sevilla y qué supone. Tiene que saber dónde está y queremos verlo. Hemos hablado con él y creemos que tiene que tener un tiempo de aprendizaje, un espacio, un tiempo para que vea las cosas desde fuera”, dijo la previa del Sevilla-Osasuna, partido para el que en principio tampoco lo convocó. Después sí tiró de él, aunque permaneció en el banquillo y se quedó sin debutar en Nervión.

En el entrenamiento de ayer y a la vuelta del día de descanso, Quique tuvo una pequeña reunión aparte con Hannibal y Soumaré, tras la charla a toda la plantilla y ante los medios de comunicación presentes en los primeros 15 minutos de la sesión. Fue una charla breve, pero muy llamativa por la situación del francotunecino y por la realidad de que apenas tiene efectivos en el centro del campo debido a que Sow tendrá que cumplir un partido de sanción y se unirá a las bajas por lesión de Agoumé y Joan Jordán, lesionado antes del partido del Madrid, y el estado de Gudelj. Para recibir a la Real Sociedad sólo tiene a un medio centro, Soumaré, además de mediocampistas ofensivos como Óliver Torres, Suso... y Hannibal. De ellos tres podría elegir a dos para que acompañen al francosenegalés.

Otra posibilidad es que le dé la titularidad a Gudelj, aunque que el polivalente futbolista serbio se ha llevado más de dos meses sin jugar desde que se rompiera el menisco en el Sevilla-Athletic, el pasado 4 de enero. Fue operado el 10 de enero, se estimó su recuperación en dos o tres meses y un mes después ya estaba haciendo césped, el pasado 8 de febrero.

La semana pasada ya se unió al grupo y en teoría está disponible. Por la naturaleza y el carácter del futbolista, por su compromiso, no es nada descartable que pueda jugar ya el sábado. La duda es si tendrá el ritmo competitivo adecuado tras haber anticipado los plazos de su recuperación. Lo lógico es que Hannibal tuviera sitio, pero Quique es quien tiene la palabra.