El Sevilla, tras un día de descanso, ha regresado al trabajo en una trascendental semana. Con el encuentro en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante la Real Sociedad en mente, los de Quique Sánchez Flores se han ejercitado en una sesión con pocas novedades, pero con una curiosa imagen del técnico madrileño.

Djibril Sow y Lucas Ocampos vieron la cartulina amarilla en el Santiago Bernabéu, por lo que no podrán estar sobre el césped el próximo sábado. Por tanto, sobre todo el centro del campo del Sevilla, queda muy tocado por las sanciones. Ante ello, los únicos centrocampistas que tiene disponibles el técnico son Óliver Torres, Soumaré y Hannibal -además de Gudelj-, y con los últimos dos habló antes del entrenamiento.

El mes de la confirmación

Si febrero le ha servido al Sevilla para resurgir, el mes de marzo tendrá que ser el de la confirmación de esa mejoría. A seis puntos del Cádiz, el conjunto nervionense tiene a la Real Sociedad como primera 'oportunidad' para seguir abriendo margen. Quique Sánchez lo sabe y pondrá toda la carne -disponible- en el asador.

Hasta diez minutos se ha llevado hablando con los jugadores sobre el césped. Primero, casi ocho con el grupo, seguramente explicando cuál será el plan del Sevilla este fin de semana. Opciones para jugar no tiene tantas, pues, salvo sorpresa, tendrá hasta nueve bajas entre lesionados y sancionados.

Tras terminar la charla con el grupo, Quique Sánchez Flores ha hablado en privado con Hannibal Mejbri y Boubakary Soumaré. Junto a Óliver Torres y un posible regreso de Nemanja Gudelj al centro del campo -se antoja complicado verlo de titular tan pronto-, el francés y el tunecino son las únicas opciones disponibles en el centro del campo -también Suso, pero su perfil es más ofensivo-. Una importante decisión para el técnico madrileño, con el jugador, aún, en propiedad del Manchester United llamando a la puerta y pidiendo minutos.