Barcelona - Sevilla | Informe técnico

Para llegar, hay que poder apretar

  • El Sevilla salió dispuesto a alejar el centro de gravedad del partido del área de Vaclík, pero la calidad del Barça en la salida y la falta de quite de los blancos en la zona ancha lo hizo fracasar

Lucas Ocampos trata de marcharse de Mingueza.

Lucas Ocampos trata de marcharse de Mingueza. / Alberto Estévez (Efe)

El Barcelona fue netamente superior al Sevilla en la eliminatoria, pero el fútbol, y quizás ahí radique la esencia de su poder cautivador, no entiende de justicia y el equipo de Julen Lopetegui tuvo la final en su mano con ese penalti que se gestó Ocampos. El argentino, pese a su dilatada ausencia, estaba legitimado a tirarlo por su eficacia, además, pero lo falló. Era el minuto 73. Aun así, volvieron los sevillistas a tener la final en la mano por segunda ocasión con ese ataque de En-Nesyri en el alargue, en el que pudo aguantar mejor el balón y forzar un balón parado en el que muriera el partido. El agarrón de Fernando que le costó la expulsión y el despeje de Diego Carlos sobre la línea fue el colofón a la pésima lectura de esos últimos instantes en los que el Barcelona, estaba claro, iba a ir con todo y había que estar muy, muy concentrados y precisos cerca de Vaclík.

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Antes de esos fatídicos minutos finales, el Sevilla se rindió a la evidencia de su inferioridad física y técnica ante los barcelonistas. Quiso desplazar su centro de gravedad lejos de su área, pues a la lección del sábado anterior se unió que Bono se lesionó y volvía Vaclík después de demasiado tiempo sin portería. Su puesta en escena fue prometedora. Pero pronto se diluyó.

Defensa

Los primeros defensores quisieron ser los tres más adelantados, Suso, De Jong y En-Nesyri. Pero para apretar de verdad, hay que tener piernas y esa agresividad innata que le faltaba ayer a casi todos los medios y delanteros de blanco. Joan Jordán y Óliver, más atrás, secundaban esa valiente presión, pero el campo se les hizo enorme a todos al mismo tiempo que afloraba la calidad técnica del Barcelona en su rapidísima y precisa salida de balón. Ter Stegen es el primer atacante. Y Busquets, un maestro en recibir de espaldas y descargar a un lado a otro para que Piqué o Jordi Alba lancen la jugada. Esa salida azulgrana llevó a Fernando a querer anticiparse al receptor y fracasas varias veces. Así llegó el origen del golazo que clavó Dembélé.

Pronto detectó el Barça que Acuña estaba sin ayudas y como Dest era prácticamente extremo con Mingueza abierto en defensa de tres, allá acudió Messi.

Ataque

La lesión de Aleix Vidal le quitó la mejor vía de salida del Sevilla hacia Ter Stegen. Navas jugó mirando el retrovisor, el Barça cargó ya a la desesperada por su rincón y ya no fue igual.Arriba, Óliver empezó con buen son pero la inferioridad de De Jong y En-Nesyri cerró todo debate. Ocampos entró por Óliver pasada la hora de juego para cazar una contra y tratar de reventar la eliminatoria. La tuvo en una buena maniobra desde la derecha hacia dentro de Suso. Pero falló el penalti y ese error sonó a negra sentencia.

Virtudes

Si fracasó, que lo hizo, no fue por su actitud arrugada esta vez y trató de salir a buscar al Barça.

Talón de Aquiles

Su relativa capacidad para hostigar de verdad, por el perfil de sus puntas y medios (salvo Fernando), dio la llave a un Barça mejor.

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