De un Lukébakio con cierto parecido a don Davor al penalti sin confianza de Isaac
Nombres propios
El extremo belga desespera en ocasiones, pero tiene tantísima calidad que le da puntos a su equipo
Saúl Ñíguez mostró alivio tras su gol y eso indica que no lo estaba pasando bien sicológicamente
La crónica del Girona-Sevilla

Gerona/Alegría para todos los sevillistas con un triunfo importantísimo frente a un Girona que se había convertido en una de las bestias negras de los blancos en las últimas temporadas. Xavi García Pimienta estuvo muy acertado con su planteamiento y sus hombres remontaron en la segunda mitad.
Lukébakio | Recuerda a veces al gran Suker
Es un futbolista capaz de enervarte en muchas ocasiones con jugadas claras que se le van porque confía demasiado en su excelsa calidad. En eso recuerda al primer Davor Suker en el Sevilla, pero también viene a la mente el croata con la exquisitez de su pierna izquierda. La cacha a Krejci y después el golpeo con el interior...
Isaac | Disparó con la cabeza agachada, sin querer mirar
Extrañó mucho que se echara encima la responsabilidad de lanzar el penalti en el minuto 3. Es verdad que llevaba tres partidos seguidos marcando goles y eso había aumentado su autoconfianza, pero Lukébakio había acertado en el único lanzamiento de los sevillistas en esta Liga, y además en un partido contra el Betis. Lo peor es que se asustó cuando le habló Gazzaniga y no levantó la cabeza del balón.
Badé | Imperial salvo en la jugada del 1-0, que estaba en la foto
Impresionante partido del defensa central francés tanto en los despejes del balón como cuando tuvo que salir de la cueva con la pelota conducida para rebasar las líneas de Míchel en el Girona. Sin embargo, fue el que salió en la foto del cabezazo en solitario de Arnau para el 1-0, pues fue el único futbolista al que le pilló cerca la acción, aunque ni siquiera parecía él el encargado del marcaje al goleador.
Saúl Ñíguez | Lo necesitaba para creérselo
Sus declaraciones al finalizar el encuentro fueron definitivas. El ilicitano, más que contento, hablaba con alivio, como si lo estuviera pasando realmente mal durante su etapa como sevillista. Es evidente que es un futbolista que necesita creer en sí mismo y el gol en Montilivi le puede ayudar a ello. Cubrió mucho campo en la presión.
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