Del Nido Carrasco y Antonio Cordón, los cicerones de un Almeyda “agradecido”

Sevilla/Primer día en la oficina para Matías Almeyda. El argentino llegó en la pasada madrugada a Sevilla para iniciar su nueva era al frente del conjunto hispalense. El domingo dirigirá por primera vez sobre el césped (desde las 08:45) a más de 25 grados y subiendo conforme pase la mañana, pero ya este jueves conoció la ciudad deportiva y a sus trabajadores, incluso a alguno de sus futbolistas, con el presidente, José María del Nido Carrasco, y el director deportivo, Antonio Cordón, como cicerones de lujo.

“En cada desafío Dios moldea mi carácter y me prepara para el siguiente paso, estoy feliz y agradecido por esta nueva oportunidad” escribía el entrenador en la red social X en el comienzo de su etapa en el conjunto nervionense, la segunda, después de haber sido jugador en la 1996-97 sin demasiada fortuna.

“¡Qué buen lugar! Impresionante. Por fin llegué”, dijo al bajarse del coche que lo llevó a la ciudad deportiva. Mucho ha cambiado, sin duda en los casi 30 años que han pasado desde que jugara en el Sevilla. Almeyda inspeccionó el edificio exclusivo del primer equipo y se presentó con educación a todos el personal que allí trabajaba. También se fundió en un abrazo con Juan Martagón, con el que coincidió aquella campaña, la última precisamente del central.

El nuevo preparador sevillista, que será presentado de forma oficial el próximo martes, examinó los campos de trabajo, exclamó un “guau” cuando vio el gimnasio y saludó a Akor Adams y Nianzou en el vestuario, que habían estado trabajando de forma individual para llegar a punto a la pretemporada al estar en la fase final de sus respectivas recuperaciones tras acabar lesionados el curso pasado.

Almeyda, junto a Del Nido Carrasco y Cordón, se trasladó después al Ramón Sánchez-Pizjuán, donde continuaron las presentaciones y almorzaron junto al equipo de trabajo de ambos dirigentes para acelerar y comentar las novedades respecto al mercado de fichajes.