De un Saúl Ñíguez muy convincente al mal posicionamiento de Agoumé

Lacerante derrota sevillista en el minuto 95 de un partido que los hombres de Xavi García Pimienta pudieron decantar a su favor a lo largo del segundo periodo. Pero al final lo que cuenta son los goles y Ayoze sí fue capaz de marcar mientras que Isaac e Iheanacho no lo hicieron. Saúl Ñíguez, además, se topó en dos ocasiones con un excelente Diego Conde.

Saúl Ñíguez | Es un líder positivo, mejoró casi todo lo que tocó

El mejor descubrimiento, sin duda, del presente verano para este Sevilla. Es un líder positivo, pues se pega un buen lote de correr en el campo y, además, cada vez que el balón le llega a él lo convierte en una acción mejor para sus compañeros. Debió marcar un golazo en una falta directa, pero Diego Conde se lo impidió con un paradón. También en un disparo cruzado en el primer tiempo. Le faltó la maldad de su anterior equipo para pedir la segunda tarjeta a Álex Baena.

Lukébakio | Calidad, sí, pero para exigirle mucho más

El extremo belga es un futbolista con tantísima calidad que puede llegar a desesperar incluso a su más fiel seguidor con la frialdad que expresa dentro del campo. Se fue como quiso de los dos defensas en el gol y lanzó un excelente disparo con su pierna menos buena para marcar. Ahí lo positivo; lo negativo es la cantidad de veces que desaparece del juego colectivo y no aporta nada.

Agoumé | Si el pivote defensivo se olvida de Álex Baena...

Sin estar rematadamente mal, sobre todo en el corte, comete errores de principiante tanto en el posicionamiento como en algunas entregas del balón cuando trata de arriesgar hacia arriba. Fue increíble la manera de despistarse al ir mal a una presión en el minuto uno. Le dejó un latifundio a Álex Baena para que éste pudiera conectar con Danjuma con la colaboración de tres compañeros sevillistas.

José Ángel Ese despeje al final no está permitido en el fútbol de élite

Es un futbolista a educar, un proyecto de buen defensa, pero debe entender que debe hacerlo desde la base de la humildad. Si es así, irá aprendiendo conforme le corrijan los defectos. Y lo que no está permitido en el fútbol de estos niveles es un despejito como el que le costó la derrota a los sevillistas. Parecía que lo tenía todo a su favor y le dejó la pelota en solitario a Ayoze.