el derbi sevillano

La segunda parte de Cádiz...

  • N'Zonzi se muestra incapaz de sostener el edificio y el Sevilla está todo el partido sin control obligado a irse arriba

  • Montella insiste en bascular rápido hacia la pierna natural y de ahí no sale

La segunda parte de Cádiz...

La segunda parte de Cádiz...

Vincenzo Montella en su llegada ha querido con varias pinceladas tácticas, con un juego más dinámico y una creación a menos toques dar una vuelta de tuerca en ataque que ya los sevillistas pudieron comprobar durante un rato el pasado miércoles en Cádiz. Pero, ojo, fueron sólo cuarenta y cinco minutos y ante un equipo de Segunda con suplentes en su alineación. Sin embargo, la mejoría que ha buscado el italiano ha desfondado lo poco que funcionaba de alguna forma a trancas y barrancas por ciertos desajustes del modelo de Berizzo: el sistema defensivo. Si bien se desordenaba fácilmente por las marcas individuales que pedía, al soltar el freno de mano el italiano se ha encontrado con que el vehículo se le va en la pendiente estrepitosamente hacia atrás. Se pudo comprobar ya en la segunda mitad de Cádiz y saltó por los aires como el payaso de una caja de sorpresas el día que menos podían desear los aficionados del Sevilla, en el derbi.

El déficit que generó N'Zonzi con su falta de ritmo -y, para qué engañarnos, no ser un centrocampista de naturaleza defensiva sino ofensiva- dio vía libre a un Betis que tuvo mucha efectividad, pero al que le pusieron la goleada en bandeja de plata.

En fase ofensiva, Montella ideó un juego de basculaciones rápidas hacia una banda con pierna natural (Jesús Navas), que dio sus frutos en la estrategia curiosamente, ya que dos de las tres faltas se sacaron en un costado y se remataron en el contrario, pero no salió de ese raíl y no fue capaz de buscar otro plan. Antes bien, el movimiento de sacar a un desafortunado Franco Vázquez para meter a un punta puro como Muriel restó un hombre en la creación.

Defensa

El problema no está en la última línea, ni siquiera por que ésta esté más adelantada, que también tuvo su castigo en el cuarto gol, que fue un calco al penalti de Cádiz: el pase de Álvaro fue esta vez de Tello y el derribo de Sergio Rico a Salvi fue el toque sutil de Sergio León. El problema está en esos metros de delante, donde Montella prefirió no cubrir la baja de Pizarro con Geis y retrasar a Banega, dejando a N'Zonzi todas las tareas de contención, posicionamiento y un trabajo para el que ahora mismo el francés, inactivo un mes y medio e incluso con muchos entrenamientos perdidos con permiso del club para viajar por temas personales, no está. Ya se vio en el primer gol tras la fatal pérdida de Lenglet a los pocos segundos.

Durante el desarrollo, Montella no supo corregir este déficit y así el Sevilla nunca pudo meterse en el partido pese a tener más fútbol y juego que el Betis.

Ataque

En esa buena idea de bascular rápido y jugar al primer toque siempre que se pueda, el italiano buscó el criterio del centro rápido, el que da un extremo a pierna natutal, Jesús Navas. Atacó la banda de Nolito y Escudero para acabar por la contraria, pero no salió de ahí. El juego y el criterio lo puso Banega y cuando el Mudo se fue el 4-4-2 mutó a un esquema más estático y, ya con Muriel y Ben Yedder, roto en dos.

Virtudes

El juego de estrategia: 3 goles.

Talón de aquiles

No frenar la sangría central.

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