La seguridad y la abrupta respuesta a una socia

Virginia Méndez envió una carta a la oficina de atención al socio y ésta argumentó que "si bajáramos la barrera protectora, estaríamos favoreciendo un posible riesgo de caída al vacío de los espectadores, en una grada con una pendiente muy fuerte del 76%". Además, dejaba caer un problema de la fisonomía particular del socio: "La falta de visibilidad a la que hace referencia es razonablemente discutible y variable dependiendo de cada persona, pudiendo afectar la altura, la forma de sentarse o el grado de inclinación", para concluir que no podían bajar la barrera protectora, cuando su queja es por la valla publicitaria.