El sistema 5-3-2 de Quique Sánchez Flores sigue sin levantar un equipo sólido n el Ramón Sánchez-Pizjuán. Tras las derrotas ante Athletic Club y Deportivo Alavés, un amargo empate ante Osasuna que pudo ser aún peor. Pero dentro del decepcionante rendimiento del Sevilla como equipo, algunos nombres propios avivan un poco el ánimo del sevillista: Acuña, Nyland. Y por supuesto, Isaac Romero.

Acuña | Dio un primer paso para volver a hacerse con el sitio

Que Marcos Acuña recuperara su mejor versión, o que al menos se acercara, sería una inmejorable noticia para un equipo muy falto de jugadores del nivel del lateral argentino. Quique le dio la titularidad y, aun evidenciando que está en proceso, su capacidad defensiva, su golpeo y su proyección ya le dio cierto vuelo a su equipo. Le falta adquirir más fondo.

Soumaré | Mejor con Agoumé a sus espaldas

El francés se movió por unos terrenos más adelantados y con la libertad que le daba tener a Agoumé más anclado atrás, pero en cuanto su paisano se fue del campo se descompuso, perdiendo balones comprometidos en zonas de riesgo. Pudo evitar el córner que originó el empate, en el que Budimir se le adelantó.

Isaac Romero | ¡Un delantero capaz de fabricarse los goles!

Ver a Isaac Romero quebrar por dos veces consecutivas a Catena, rozar el gol en la primera y convertirlo en la segunda fue como un cegador fogonazo de luz para los sevillistas: ¡al fin un delantero capaz de generarse el peligro con una acción individual, y que se viste de futbolista no sólo para finalizar las jugadas! El lebrijano ha tardado poco en ser fundamental.

Nyland | No encajar goles evitables es importantísimo

A más de uno, y de dos, se le pasaría por la mente qué hubiera pasado con el tiro potente y raso de Moi Gómez que Nyland atrapó en dos tiempos, pasada la media hora de juego, si en lugar del internacional noruego hubiera estado Dmitrovic. El nórdico no es de encajar goles de esos que se pueden evitar.