El Sevilla, tras sumar dos victorias consecutivas en LaLiga EA Sports, algo inédito esta temporada, comienza a ver la luz al fondo del túnel. Al menos, de cara a su única lucha real en la actualidad: la de la permanencia. Cuando las cosas comienzan a cambiar, las noticias positivas empiezan a aparecer, como la que ha existido durante el entrenamiento del miércoles en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios.

Kike Salas regresó con el grupo y, por su parte, Tanguy Nianzou volvió a pisar césped. El central francés continúa con su recuperación sobre el terreno de juego y, como ya comentamos en Diario de Sevilla, el optimismo respecto a su reincorporación al trabajo de la plantilla en un muy corto plazo es alto.

Su calvario con los isquiotibiales

El aspecto físico y las lesiones no han sido el fuerte de Tanguy Nianzou. El central francés ha estado, a estas alturas de la temporada, tres veces de baja por la misma zona de su cuerpo, los isquiotibiales, siendo esta última una "lesión musculotendinosa". Le ha afectado, además, tanto al muslo derecho y al izquierdo.

Nianzou derriba a Sávio en una acción del partido.

Por culpa de sus isquiotibiales, el central francés ve como su continuidad se interrumpe continuamente. Se ha perdido hasta 19 partidos por lesión esta misma temporada, obligando, en última instancia a Quique Sánchez Flores, a apostar por otros defensores. Mientras, Loïc Badé, Sergio Ramos y Marcos Acuña parecen haberse adueñado de la zona de atrás de un Sevilla que comienza a levantar cabeza.

El último partido del central francés fue ante el Atlético de Madrid en Copa del Rey, ya que ante Osasuna, pese a estar convocado, no disputó minutos debido a sus molestias, obligando, incluso, a Fede Gattoni a acudir al encuentro -como método de precaución- pese a estar cerrando su cesión al Anderlecht.