El Sevilla ha edificado un rocoso sistema defensivo basado en tres futbolistas que no paran de recibir elogios. Si en Valladolid el encuentro que firmó Fernando fue espectacular, el gol que anotó Diego Carlos ante el Leganés y las dos subidas al ataque de Koundé han servido para que los focos se pongan más de lo habitual en la pareja de centrales sevillistas.

Pero, analizando el rendimiento global más que el puntual de un partido, una acción que arranca los aplausos del público como el empujón con el cuerpo de Diego Carlos a Óscar o un gol anotado, lo cierto es que el sistema defensivo del Sevilla ha experimentado un espectacular salto de calidad con la llegada de estos tres futbolistas y, sobre todo, con el asentamiento del joven central francés en el once titular de Lopetegui en detrimento de Carriço.

Sin duda, hasta el momento ha resultado todo un éxito la apuesta de Monchi en una parcela que en los últimos años hacía aguas en el Sevilla y que no acababa de equilibrar el tremendo potencial ofensivo que exhibía, por ejemplo, la pasada campaña con la cantidad de goles que firmaron entre Sarabia y Ben Yedder.El triángulo que forman Koundé, Diego Carlos y Fernando, este último recuperándose ahora de una lesión en el tendón del aductor, hace del equipo sevillista uno de los más seguros de la Liga. Los de Lopetegui han recibido sólo tres goles en los últimos siete encuentros del campeonato liguero disputados, en los empates ante Atlético de Madrid y Valencia (ambos acabaron con el resultado de 1-1) y en el derbi ante el Betis en el estadio Benito Villamarín (1-2).

Además, el Sevilla concede muy pocas ocasiones y las estadísticas dicen que ha reducido considerablemente los acercamientos al área de Vaclik por parte de los rivales. En este sentido, incluso se ha podido apreciar cómo el pasado domingo durante la segunda mitad sin la presencia de Fernando el Leganés sí inquietó más de la cuenta al equipo de Lopetegui cuando las fuerzas empezaron a flaquear y las pérdidas de balón se tradujeron en trabajo extra para Joan Jordán, el sustituto elegido para Fernando.

El oficio y la experiencia del ex jugador del Galatasaray, con cerca de sesenta partidos e Champions al más alto nivel en el City y en el Oporto, se antoja fundamental y es el añadido perfecto para una pareja de centrales muy bien compensada. Koundé ofrece el talento, la velocidad y el sacar el balón jugado, mientras que Diego Carlos lo complementa con agresividad y contundencia, dominio de los duelos y solvencia en el juego aéreo. Ello ha hecho que ayer precisamente ambos fueran vinculados a los jugadores que sus seleccionadores, tanto Didier Deschamps en Francia como Tite en Brasil, van a vigilar próximamente.

Fernando, además, está siempre al quite ofreciendo una línea de pase en la salida y coberturas cuando toca replegar.

A todo esto, claro está, no hay que olvidar el trabajo defensivo que el bloque de Lopetegui realiza desde la primera línea, donde De Jong hace un trabajo trascendental dividiendo a los centrales rivales y orientando la salida del rival hacia el lado que más interese en cada partido por las circunstancias del adversario.