El valiosísimo mérito de cumplir el expediente (1-3)

El Sevilla supera al Olot, que falló un penalti al inicio, sin mucha brillantez pero evitando apuros y sobreesfuerzos físicos

Montiel, desde los once metros, Juanlu e Iheanacho, los goleadores

Las fotos del Olot-Sevilla de Copa

Idumbo tiene una ocasión ante Ballesté.
Idumbo tiene una ocasión ante Ballesté. / EFE

Pasar de ronda y hacerlo, además, sin tener que hacer un sobreesfuerzo. Eso ya es mucho y bien que lo agradeció García Pimienta, porque ya se ha visto en esta ronda cómo se las gasta el formato copero, que se llevó por delante a un equipo de Champions como el Girona, a uno de los presupuestos gordos de la Liga como el Villarreal y a algún primera más. 

Eso que se ahorró el Sevilla, que sin tirar de brillantez –tampoco es lo práctico en estas rondas coperas– cumplió el expediente en Olot con cierto apurillo en los minutos iniciales, es cierto, pero en el global de la fría noche catalana, impuso la lógica para dejar en la cuneta a un animoso rival de Segunda RFEF que, pasada la furia inicial, se dejó ir ante la mayor calidad del equipo de Primera, que mejoró en la segunda mitad y mató a su enemigo a la contra.

Hubo un amago de susto con un penalti inicial (inexistente) que desaprovechó el Olot, rápidamente los blancos se adelantaban a través de otro penalti y, tras el descanso, los tantos de Juanlu e Iheanacho sentenciaban el pleito, adobado con el gol de los locales ya en el descuento, una anécdota de lo que fue una ejemplar lidia de los de García Pimienta a uno de esos toritos que, a veces, en la Copa desarrollan mucho peligro.   

Del once extrañó la presencia de Jesús Navas, no tanto la de Saúl por aquello de que necesita minutos y por ello estaba programado que sumara otros 45 para el Metropolitano. Pero con Jesús, cuya calidad hay que manipularla entre algodones, difícilmente se entiende que no se guarde para citas en las que, como el lunes ante el Osasuna, haga falta que aparezca. Pero bueno, como se suele decir, el que la lleva la entiende.

Quizá con lo que no contaba García Pimienta era que el Olot llevara todo el protagonismo en la primera parte. Con piernas aún los catalanes, se comieron el fútbol aún ramplón del equipo de Primera, en el que el realizador enfocaba una y otra vez a Marcao. Mal asunto que no fuera Saúl o Suso el que más contacto tuviera con el balón. Del brasileño, como siemopre, se ve a leguas que en cualquier jugada puede formarla... 

Álvaro Fernández, clave en el penalti

El marrón del penalti, sin embargo, le caía a Agoumé, que pasado apenas el cuarto de hora de partido no tocaba a Pau Salvants pero éste caía en el área. Sin VAR, Cuadra Fernádez señalaba los once metros en la segunda llegada del Olot, puesto que ya a los once minutos Castrín había bloqueado el primer disparo de los catalanes. El Sevilla todavía no había aparecido en ataque, y mucho que tardaría, puesto que se fue al descanso y ni llegó a hacerlo. El penalti del Olot lo detuvo en una gran intervención Álvaro Fernández, que le adivinó la intención a Chema Moreno.

Pero la Copa tiene estas cosas. En media ocasión la fortuna se ponía de cara para los nervionenses. Jesús Navas dudó en el vértice del área si mirar al desdoblamiento de Montiel o centrar. Hizo lo segundo, el balón le golpeó en la mano a Pedro y como el árbitro estaba como loco por compensar el error en el penalti de Agoumé, la pena máxima le daba a los de García Pimienta la oportunidad de prácticamente sentenciar el pleito. Un especialista salía de la nevera en la que lo tiene metido el Sevilla. Un desperdicio con lo que cobra. Para Montiel, que no fallaba en el Mundial, tampoco en la final de la Europa League ni en la Copa América, era pan comido un lanzamiento desde los once metros en la Copa ante el Olot.

Lo fundamental ya estaba hecho. Ya sólo quedaba esperar a que el rival bajara su intensidad física en el segundo tiempo y que la calidad individual saliera.

Y ahí sí apareció un Sevilla más bonito. Con Suso de maestro de operaciones, Barco se lució en lo que es bueno, en ataque, Idumbo cuando salió también metió chispa y al Olot no le quedó otra que dejarse llevar. 

Los dos tantos con los que sentenciaron los de García Pimienta fueron dos golazos. Uno de Juanlu, nada más volver de vestuarios, en un empalme de un balón bajo y a bocajarro tras un centro de Barco que al dar en un defensa subió mucho y le cayó al de Montequinto a los pies. Y otro de Iheanacho, que a falta de minutos en la Liga va sumando méritos con sus goles en Copa (ya lleva tres). El 0-3 nació en un pase de 24 quilates de Agoumé –el segundo en cuatro días–, una carrera al espacio de Idumbo y un centro a la primera y certero del belga al nigeriano al segundo palo.

La eliminatoria estaba solventada, algo que no pueden decir el Girona o el Villarreal. Todo lo que pasaría después podía sumarse al apartado de lo anecdótico. Un balón sacado con estilo por Álvaro Fernández, un par de buenas ocasiones más de Idumbo e Iheanacho y el gol del Olot en un córner posiblemente mal defendido.

Pero el Sevilla apenas había tenido que sufrir, casi no tuvo que correr y está en el bombo. Y eso tiene su mérito.

Ficha técnica

1 - UE Olot: Ballesté; Yaya Sidibé, Ayala, Robert, Forés (Maynau, min. 80); Uri González (Manzano, min. 69), Del Campo (David López, min. 69); Terma (Torras, min. 60), Joaco, Salvans; y Chema (Gonpi, min. 60).

3 - Sevilla FC: Álvaro; Montiel, Castrín, Marcao, Barco; Agoume (Pedrosa, min. 84); Jesús Navas (Peque, min. 67), Juanlu (Sow, min. 80), Saúl (Idumbo, min. 46), Suso (Pedro Ortiz, min. 67); e Iheanacho.

Goles: 0-1 (22') Montiel, de penalti. 0-2 (48') Juanlu. 0-3 (73') Iheanacho. 1-3 (92') Ayala.

Árbitro: Cuadra Fernández (colegio balear). Amonestó al local Uri González (min. 35) y a los visitantes Marcao (min. 36), Suso (min. 42), Montiel (min. 46+) y Barco (min. 53).

Incidencias: Partido de la segunda ronda de la Copa del Rey disputado ante 2.321 aficionados en el Estadi Municipal d'Olot.

 

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